Las compañías llaman a revisar el sistema fiscal para evitar su impacto en la inversión y la digitalización de España
MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los operadores de telecomunicaciones han criticado la amplia variedad de impuestos que pagan en España, algunos de los cuales han calificado de "aberrantes" como la tasa de financiación de RTVE, y han advertido del impacto que la alta fiscalidad puede tener en la inversión de estas compañías en el desarrollo digital de España, que puede acabar convirtiéndose en el "parque de atracciones de Asia".
En una mesa redonda en la cumbre de la patronal tecnológica DigitalES, el consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, ha remarcado que sin tener en cuenta el Impuesto sobre Sociedades, la compañía destina un 20% de su Ebitda a pagar impuestos en España, como impuestos municipales, de uso de dominio público o de actividades económicas, etc., y ha resaltado la inseguridad que esto genera.
En especial, se ha mostrado crítico con la tasa de financiación a RTVE, a la que ha calificado de "aberrante", ya que no tiene sentido que las empresas del sector de telecomunicaciones paguen el 91% de la radiotelevisión pública cuando en el mercado existen plataformas de vídeo como Netflix, HBO o Sky. Además, recuerda que ellos pararon un fusión societaria entre Vodafone y Ono por los "impuestos descomunales" que suponía.
En este contexto, Coimbra ha incidido en que cuanta más fiscalidad se impone a las empresas, menos se destina a inversión, por lo que ha instado a revisar el paquete fiscal, que es un carga para las empresas y no permite invertir lo que se necesita para que España sea "número uno en la revolución digital".
El presidente de Telefónica España, Emilio Gayo, ha agregado que el sector paga en España impuestos "muy por encima de la media" y ha advertido de que el actual entorno da poca visibilidad de lo que puede pasar en el futuro. Por ello, ha apostado por revisar y cambiar la fiscalidad para que las compañías puedan invertir.
En este sentido, ha subrayado la oportunidad que supone para el país la transformación digital y el papel crítico que juega la fiscalidad en ello. De hecho, ha incidido que si no se lograr un desarrollo digital a nivel de empresa y sociedad, "nos vamos a quedar siendo el parque de atracciones de Asia".
En esta línea, el consejero delegado de Orange España, Laurent Paillassot, ha resaltado la necesidad de contar con un entorno fiscal basado en la "estabilidad y la certidumbre" ante el "brutal" nivel de inversión que supondrá el 5G en los próximos años, al mismo tiempo que ha mostrado su preocupación por las tasas municipales y ha abogado por una mayor centralidad.
El consejero delegado de Euskaltel, Francisco Arteche, ha coincidido en que se deberían depurar las tasas impuestas a las empresas de telecomunicaciones y aplicar las que tiene sentido para el sector. Por ello, ha pedido a las administraciones que tengan "un mayor conocimiento" de la estructura y el funcionamiento del mismo, ya que tiene altos niveles de inversión en comparación con otras empresas tecnológicas.
MISMAS REGLAS PARA TODOS
Por otro lado, Gayo ha insistido en la necesidad de que se reconozca que, ofreciendo los mismos servicios, los derechos y las reglas tienen que ser los mismos para todas las compañías, algo que hoy en día no se produce. Así, ha puesto de ejemplo que mientras que una llamada de voz tradicional tiene que cumplir varias reglas, una de whatsapp no.
En este sentido, Paillassot ha incidido en que hay mucho "arcaísmo" en la legislación, por lo que es necesario modernizar y liberalizar muchas de las reglas que existen actualmente y no tanto imponer todas las actuales a los nuevos actores que están presentes del mundo digital.
Asimismo, ha incidido en que esta situación no la puede arreglar un país por sí solo, sino que hay que poner más foco en Europa para eliminar las barreras fiscales y sociales que existen en la región. Así, ha señalado en España, Francia, Alemania e Italia tienen que reformar Europa en busca de una mayor homogeneidad para poder competir con Estados Unidos y China.
A este respecto, Coimbra ha resaltado en el impacto negativo que tiene en el entorno competitivo actual que en Europa no se haya logrado un mercado único para sus 500 millones de habitantes y sigan existiendo 28 países con fronteras y distintas reglas que obligan a las compañías a competir de forma diferente en cada uno de ellos.