MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El número de parados que dejó su empleo tres años antes o más aumentó un 48,6% en 2012, hasta alcanzar los 1.047.300, de tal forma que el peso de este colectivo sobre el total de desempleados alcanzó el 19,8%, porcentaje 4,4 puntos superior al de 2011, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) extraídos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Entre los parados que habían trabajado anteriormente, los de muy larga duración fueron los que más aumentaron en 2012 en términos cuantitativos, desde los 704.900 de 2011 a un total de 1.047.300, lo que supone un incremento de 342.400 desempleados.
La mayor parte de los desempleados existentes en 2012, año que se cerró con una media de casi 5,77 millones de parados, procedían en su mayoría de situaciones previas de empleo, de manera que más de la mitad, el 50,5%, dejó de trabajar en 2012 por haber finalizado su contrato.
El segundo motivo de peso para terminar en el desempleo fue el despido o la supresión del puesto de trabajo, incluyendo las regulaciones de empleo. En total, 1.140.400 personas se vieron de repente en el paro por alguna de estas razones, (43.000 más que en 2011), el equivalente al 21% del total de desempleados.
Los datos difundidos este miércoles por Estadística muestran además que una de cada tres personas, el 36,1%, trabajó en 2012 al menos un sábado al mes, porcentaje que supera en más de un punto al de 2011, mientras que el 4,4% trabajó un domingo al mes (una décima más) y el 16,4% lo hizo dos o más domingos (cuatro décimas más).
Por el contrario, el 61,2% de los ocupados no trabajó ningún sábado de 2012 y el 77,9% ningún domingo.
Al igual que aumentó el número de personas que tuvo que trabajar en fin de semana, también se incrementó el año pasado el porcentaje de trabajadores en jornada nocturna, desde el 12,2% de 2011 al 12,4% de 2012. Un 6,7% trabajó ocasionalmente de noche y el 5,7% lo hizo en más de la mitad de sus días laborables.
El 91,8% de los ocupados no trabajó ningún día en su domicilio durante el año 2012, mientras que el 2,8% lo hizo ocasionalmente y el 4,5% trabajó en casa más de la mitad de sus días laborables.
La EPA de 2012 también revela que el porcentaje de asalariados que fue contratado a través de una ETT se mantuvo en el 2,7% el año pasado, mientras que sólo un 1,6% obtuvo su empleo mediante la intermediación de una oficina de empleo público, nueve décimas menos que en 2011.
CON JEFES, PERO SIN SUBORDINADOS.
De la encuesta también se extrae que la mayor parte de los trabajadores españoles tienen jefe, pero ningún subordinado. En concreto, casi siete de cada diez trabajadores se encontraban en esta situación en 2012.
Del total de ocupados contabilizados el año pasado, el 10,6% no tenía jefes ni subordinados, el 6,5% era encargado, el 7,1% director de una empresa pequeña, departamento o sucursal, el 5,9% era mando intermedio, y el 0,8% ocupaba un puesto de director de empresa grande o media.
El porcentaje de empleados, es decir, de trabajadores con jefe y sin subordinados, descendió nueve décimas en 2012 respecto a 2011, situándose en el 68,9%, mientras que el de trabajadores independientes (sin jefes ni subordinados) aumentó siete décimas, hasta el 10,6%.
La proporción de hombres directores casi duplicó al de mujeres en las empresas de pequeño tamaño y lo triplicó en el caso de grandes o medianas empresas. En el caso del puesto de empleado (con jefe y sin subordinado), el porcentaje de mujeres superó al de varones (76,5% frente al 62,5%) en 14 puntos.
LA MICRO Y LA PEQUEÑA EMPRESA SIGUEN PERDIENDO TRABAJADORES.
La EPA revela además que el número de ocupados en las empresas de 250 trabajadores o más se incrementó en casi 20.000 personas en 2012, siendo ésta la única categoría en la que subió la plantilla durante el año pasado.
Por el contrario, los ocupados en establecimientos de hasta 10 trabajadores bajaron en más de 300.000 durante 2012, con lo que encadenan ya cinco años de descensos ininterrumpidos. Asimismo, los ocupados en establecimientos de entre 11 y 49 trabajadores cayeron el año pasado en 331.400 trabajadores, el mayor descenso desde el inicio de la crisis.