MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Producto Interior Bruto (PIB) de España aumentaría un 53% si se contabilizara el trabajo no remunerado tomando una media de ocho euros por hora, según un estudio de la Fundación BBVA liderado por la profesora de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) María Ángeles Durán.
La investigadora ha explicado en rueda de prensa que, aunque el precio por hora sería menor en el caso del trabajo no remunerado que en del remunerado, "el primero emplea más recursos y tiempo que el mercado, ya que no existen horarios limitados".
Durán ha subrayado que con este estudio no está pidiendo que se pague por el trabajo no remunerado, que es el que se presta sin una contrapartida de dinero y sin la expectativa de que quien lo recibe vaya a remunerarlo, e incluye el autocuidado o la alimentación, aunque el mayor porcentaje se concentra en la prestación de cuidados a terceros, sobre todo a niños, ancianos y enfermos. No obstante, la profesora sí ha incidido en que "esta labor debería tener algún tipo de reconocimiento, por ejemplo, en el sistema de pensiones".
Los autores del estudio prevén que la demanda de cuidados en España crezca un 50% de aquí a 2050, "con especial incidencia en el segmento de personas mayores", que copa actualmente el 27,5% de esta demanda y que para 2050 podría llegar al 46%.
Según Durán, en España la población depende más de la familia que en otros países de Europa, como Suecia, "donde hay una buena red de servicios públicos para el cuidado de niños y ancianos", o Alemania. Para la investigadora, "en España faltan servicios, porque el cuidado de los mayores se sigue viendo como una obligación de la familia".
Además, el estudio subraya que, según la última 'Encuesta de Empleo de Tiempo' del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 91,9% de las mujeres participan en el trabajo no remunerado, por un 74,7% de los hombres, y destaca que, como media, las mujeres españolas dedican dos horas diarias más al trabajo del hogar que los hombres.
Para la profesora del CSIC la diferencia entre la carga global de trabajo, que es la suma del trabajo pagado y el no pagado, es "abrumadora" entre hombres y mujeres, "pues es mucho más alta para ellas que para ellos, lo que demuestra que España sigue siendo un país desigualitario".
Por ello, Durán ha asegurado que esto va a suponer "un problema" a corto plazo, "pues la mujer se está incorporando cada vez más al mercado laboral, ya que quiere ser autónoma económicamente, por lo que habrá menos cuidadoras disponibles y habrá que buscar mecanismos para sustituirlas".
En este sentido, la investigadora cree que hay varias opciones, entre las que ha destacado el aumento de la oferta de servicios públicos, aunque ha resaltado que esto llevaría a un aumento de los impuestos, "ya que el Gobierno tendría que sacar el dinero de algún lado para ponerlo en marcha". No obstante, Durán ha abogado por una reedistribución de estas tareas entre hombres y mujeres y por que también se incorporen a ellas los jóvenes.
LOS ESPAÑOLES INVERTIRÁN LA MAYORÍA DE SUS AHORROS EN CUIDADOS
Otro aspecto que destaca el estudio de la Fundación BBVA es que los españoles deben empezar a concienciarse de que van a necesitar "muchos" cuidados cuando sean ancianos y que van a invertir en ellos "la mayor parte de sus ahorros".
Según esta investigación, el mercado debe ofrecer unos servicios "que ahora no ofrece" y que éstos deben ser "eficientes y baratos". "Hay que diseñar sistemas que sean accesibles para la mayor parte de la población, no sólo para unos pocos, por lo que esto es un reto para la empresa privada", ha señalado Durán.
Para la investigadora, este es un tema que se debe poner en la agenda, "pues, a este paso, los ancianos no tendrán quiénes les cuiden si no tienen suficientes recursos", y ha afirmado que es un problema "muy agudo" del que no sólo se tendrá que hacer cargo el nuevo Gobierno, "sino también los gobiernos sucesivos".
La profesora del CSIC ha asegurado que la Ley de Dependencia "ha sido una de las mejores leyes de la democracia, pues ha contribuido a cambiar el concepto de que el problema de cuidar de los enfermos no sea sólo de las familias, sino de todos", aunque ha admitido que "no se calculó bien su desarrollo, ya que no se tuvo en cuenta que las jornadas de trabajo no son de ocho horas, sino de 24, y que no se libra los festivos, por lo que no se puede asumir su coste".
Durán ha señalado que esta ley creó unas expectativas "muy altas" que no ha logrado cumplir, "pues sus efectos sociales han sido muy modestos y se han visto empañados por la crisis económica".