MADRID, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
Repsol ha participado, a través del programa Bind 4.0 del Gobierno vasco destinado a empresas emergentes, en un proyecto piloto para producir repuestos mediante impresión 3D en metal para su refinería de Petronor, en Vizcaya.
En concreto, con esta tecnología, conocida como fabricación aditiva, se abre la puerta a los futuros catálogos virtuales que eviten grandes stocks de piezas de recambio en los complejos industriales, facilitando y abaratando las tareas de mantenimiento, según informa la compañía en su última 'Newsletter'.
Esta tecnología "ofrece oportunidades para las piezas metálicas con estructuras y geometrías complejas que hasta ahora solamente podían ser elaboradas por fundición", señaló Arturo Fernández Goyenechea, Gestor de Innovación en Petronor.
Además, la manufactura aditiva permite la producción bajo demanda de series cortas y simplifica la reposición de elementos antiguos de los que ya no existen planos ni moldes. "Si se consolida esta técnica, será más difícil que se descataloguen los repuestos, porque para nuestros suministradores será sencillo fabricarlos de nuevo en pocos días", destacó Fernández.
El programa de aceleración público-privado Bind 4.0 promueve un polo tecnológico en el País Vasco vinculado a la industria 4.0, potenciando nuevos desarrollos en 'big data', manufactura aditiva, visión artificial o robótica colaborativa.
A diferencia de otro tipo de aceleradoras, centradas en buscar un socio inversor para la startup, el objetivo es que consigan su primer contrato, de hasta 75.000 euros, con alguna de las grandes compañías industriales colaboradoras.
COLABORACIÓN CON LA EMPRESA VIZCAÍNA ADDIMEN.
Para testar esta tecnología, Petronor hizo el encargo a la pyme vizcaína Addimen de confeccionar por fabricación aditiva los impulsores de 10 bombas que se emplean para achicar agua en un servicio no crítico de la refinería de Muskiz (Vizcaya) y que no comprometen la operativa ni la seguridad.
"Todavía es una tecnología emergente pero, si se consigue un modelo de fabricación que complemente a la fundición, nos solventa un problema endémico con las piezas de formas más complicadas y permite las series unitarias sin fabricación de modelos", afirmó Fernández.
Además, en la maquinaria antigua es habitual que el fabricante ya no ofrezca el repuesto lo que obliga a Petronor a realizar de nuevo todo el proceso de fundición y "si lo que necesitamos es una sola pieza, el precio y el plazo es desorbitado", añadió.
Asimismo, ante el riesgo de que ciertos repuestos se descataloguen, la refinería almacena más recambios de los que realmente necesita. De esta manera, la fabricación aditiva acorta los plazos y puede aligerar estos stocks de almacenaje.