LONDRES, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
El economía Nouriel Roubini no descarta que Italia y otros países periféricos de la zona euro tengan que abandonar la Unión Monetaria y volver a su moneda nacional para resolver sus problemas de fondo, lo que desencadenaría una ruptura efectiva de la eurozona, según apunta en un artículo de opinión publicado en el 'Financial Times'.
En el artículo titulado 'Por qué los días de Italia en la eurozona podrían estar contados', Roubini cree que la economía italiana está en un "círculo vicioso" negativo, ya que las necesarias reformas y medidas de austeridad para mantener la sostenibilidad en el medio plazo están empeorando la recesión. "La deflación recesionista que Alemania y el BCE están imponiendo a Italia y otros países periféricos está haciendo la deuda más insostenible", incide.
El economista, famoso por predecir la reciente crisis mundial, cree que una reestructuración de la deuda no sería suficiente para recuperar el crecimiento y la competitividad en Italia, porque requiere una depreciación de la divisa que no contaría con el respaldo del Alemania y el BCE. Por ello, apunta que en este escenario la única opción es salir del euro y volver a la lira u a otras divisas nacionales.
"La eurozona puede sobrevivir con la reestructuración y la salida de un pequeño país como Grecia o Portugal. Pero si Italia o España tuvieran que reestructurar y abandonar esto supondría de forma efectiva la ruptura de la Unión Monetaria. Lamentablemente, este choque de trenes a cámara lenta es cada vez más probable", vaticina.
En su opinión, sólo si el BCE se convierte en un prestamista de último recurso ilimitado y recorta los tipos hasta cero, combinado con un descenso del valor del euro respecto al dólar y con estímulos fiscales en el Alemania y en el núcleo de la eurozona, podría quizás detener este próximo desastre.
ITALIA, DEMASIADO GRANDE
Roubini destaca que, con la rentabilidad del bono soberano a diez años por encima del 7%, existe un creciente riesgo de que Italia pierda el acceso a los mercados, lo que, dado que es "demasiado grande para caer y demasiado grande para ser salvada" podría forzar a una reestructuración de su deuda pública de 1,9 billones de euros.
Sin embargo, cree que esto haría frente al problema de su "grande e insostenible" endeudamiento, pero no resolvería el problema de su enorme déficit por cuenta corriente, la falta de competitividad externa y el empeoramiento del Producto Interior Bruto y de la actividad económica.
Roubini señala que hasta ahora se argumentaba que, a diferencia de Grecia, Italia y España tenían problemas de liquidez y no de solvencia debido a la austeridad y las reformas, pero añade que una vez que un país con problemas de liquidez pierde su credibilidad de mercado lleva tiempo recuperarla.
"Por lo tanto, a menos que exista un prestamista de último recurso pueda comprar deuda soberana hasta que se recuperar la credibilidad, un soberano ilíquido pero solvente puede convertirse en insolvente", advierte el economista, quien agrega que Italia y otros países en situación parecida necesitan un "gran bazoka", pero no existe un prestamista de último recurso creíble en la eurozona.
Así, señala que en la Unión Monetaria parece descartada la creación de eurobonos por la oposición de Alemania, no es probable que se cuadruplique el fondo de rescate y el Banco Central Europeo (BCE), que podría hacer el "trabajo sucio" de respaldar a España e Italia, no quiere por el enorme riesgo que podría suponer para el crédito.
Ante esta situación, considera que la única opción sería una "coercitiva pero ordenada" reestructuración de sus deudas, ya que ni siquiera una cambio de Gobierno que ponga al frente del país a un respetado tecnócrata cambiaría el problema fundamental.