MADRID, 19 Jul. (EDIZIONES) -
Lo personalizado está de moda. Tanto, que aparte de buscar la ropa más original y pensar en los destinos de vacaciones más raros y en los que nadie haya estado antes, la moda por encontrar los productos más distinguidos se nota hasta en las ventas de las tiendas de barrio.
Según los últimos datos publicados por el INE, las ventas de las tiendas con un solo local de venta al público han aumentado en el último año un 3,3%, un incremento que también han notado los tenderos de las pequeñas cadenas, las que tienen entre 1 y 24 tiendas, que han visto cómo sus ventas crecían un 1,5% durante el último año.
"Esto no ha hecho más que empezar", sostiene el secretario general de
la división de Madrid de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM), Miguel Garrido, que confía plenamente en que las ventas del pequeño comercio y de proximidad seguirán creciendo en los próximos meses.
"La cultura de la gente está cambiando", explica Garrido, que además de creer que la mejora de la situación económica ha favorecido a los pequeños comercios, achaca también este aumento de las ventas a la conciencia de los usuarios, que según él cada vez más buscan la personalización y están más dispuestos a hacer esfuerzos por tener un producto mejor.
"La situación ha mejorado durante los últimos años", coincide la gerente de la Asociación de Comerciantes del Barrio de las Letras de Madrid, Helena Schneider, que asegura que por la peculiaridad de su barrio, en el que se asientan gran cantidad de tiendas de arte y pequeños comercios artesanales, se han decantado por realizar muchas actividades artísticas y culturales para generar tráfico en las tiendas.
"Estas acciones tienen una repercusión muy importante en el barrio y los comercios aseguran que notan mucho el aumento de sus ventas", explica Schneider, que se muestra ilusionada con el próximo evento que están preparando. "Vamos a decorar todo el barrio en torno al tema del cine", desvela la gerente de la asociación. "La verdad es que cada vez más gente conoce nuestro barrio y los productos genuinos de nuestros comercios", añade.
La representante de los comerciantes del Barrio de las Letras también coincide con Garrido: "Ahora el perfil de los clientes es distinto. Es gente que busca productos naturales y frescos y que prefieren comprar en los mercados".
EL CAMBIO VA MÁS ALLÁ DE LA TIENDA
El secretario general de CEIM, Miguel Garrido, destaca la adaptación de los pequeños comercios a las nuevas tecnologías. "Creemos que Madrid tenía que ser una ciudad abierta al comercio y por eso hemos puesto en marcha un Consejo de Comercio para intentar fomentar las prácticas comerciales", explica Garrido, que destaca que han trabajado por mejorar la limpieza y las infraestructuras de los mercados de la ciudad.
"Además estamos trabajando para que los pequeños comercios tengan presencia en Internet", añade el secretario general de CEIM. "Internet bien utilizado es muy bueno para el comercio de proximidad. Si los comercios se agrupan pueden llevar a cabo prácticas de fidelización juntas y apoyarse", añade.
Esta misma idea llegó un tiempo atrás a la cabeza de Eva Tomás, la CEO y socia fundadora de Manzaning, una nueva aplicación móvil que busca poner en contacto al comerciante de barrio y los vecinos y que facilita la compra online.
"Manzaning no es una aplicación de catálogo", explica la CEO, "aquí no se hace la compra mirando los productos, sino que el usuario puede hablar a través de un chat o un teléfono con el tendero y pedirle lo que quiera", aclara Tomás, que recalca la importancia de poder dejarse aconsejar.
PERSONALIZACIÓN, CONFIANZA Y AHORRO DE TIEMPO
"La idea de crear esta aplicación surgió de mi propia necesidad", cuenta la socia fundadora de Manzaning. "Por mi trabajo, no podía ir a hacer la compra donde quería. Me tenía que resignar a comprar en las grandes superficies porque la compra en los comercios del barrio me exigía demasiado tiempo", explica Tomás, que asegura que echaba en falta la personalización en la compra venta.
Manzaning vio la luz en Barcelona el pasado 11 de abril, y según los datos de la empresa, más de 500 establecimientos y alrededor de 3.000 usuarios ya lo están usando en todos los barrios de la capital catalana para hacer la compra online en establecimientos de alimentación, ferreterías, papelerías, floristerías y otros pequeños comercios de barrio.
"El sector en el que más se compra es el de la alimentación", destaca Tomás, que recalca que ha sido una sorpresa para ellos que la gente esté optando mucho por recurrir a establecimientos de venta de alimentos para comprar comida preparada. "Es un nicho que no contemplábamos, pero la gente está utilizando Manzaning para comprar comida preparada en comercios como charcuterías", aclara la CEO que cree que sucede porque consideran esta comida como "mejor y más casera".
Judith Ferrán es la gerente de una charcutería familiar. Y aunque explica que desde que su negocio aparece en la aplicación no han notado una gran mejora en las ventas, confía en que "hay mucha gente que tiene que conocerla todavía". Ferrán recalca que puede ser muy útil para volver a tener contacto con aquellos que se han mudado del barrio y deseen seguir comprándoles. "Muchas veces vemos a vecinos que se han mudado y que nos dicen cuánto echan de menos nuestros productos", recalca la charcutera.
LA FUERZA DEL BOCA A BOCA
Aunque todavía mucha gente no conoce Manzaning, su CEO confía en que el alcance aumente. "De momento no hemos hecho mucha inversión en marketing, lo que mejor nos está funcionando ha sido el boca oreja", recalca Tomás.
"Yo conocí la existencia de la aplicación porque otra mamá del colegio me comentó que la habían lanzado", cuenta Marina Bassas, usuaria de Manzaning desde hace dos meses y medio.
"La utilizo porque me ahorra mucho tiempo", cuenta esta madre trabajadora. "Una vez que sabes cómo funciona la aplicación tardas 10 minutos en hacer la compra y te liberas de una tarde entera de recados", explica Bassas, que asegura que desde que descubrió que podía comprar en los pequeños establecimientos de manera online puede dedicar más tiempo a sus hijos y a su trabajo.
"Prefiero comprar los productos de alimentación en las tiendas del barrio", explica la vecina de Barcelona, "así que espero que esta iniciativa se expanda y llegue a más gente porque mi idea no es dejarlo".