MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
El consejo de administración de Renfe Operadora ha aprobado los resultados de la compañía correspondientes al ejercicio 2011, en los que registró unas pérdidas netas de 335,76 millones de euros, frente a las pérdidas registradas en 2010 de 19,8 millones.
Tras el informe de auditoría las pérdidas inicialmente previstas al cierre del ejercicio 2011 de 100 millones de euros se han elevado hasta los 335 millones, informó Renfe.
El deterioro del valor de las participaciones financieras de las sociedades de Renfe (que alcanzaron los 98 millones de euros), así como la imposibilidad de incluir una parte de los ingresos correspondientes a la Compensación de las Administraciones Públicas para el sostenimiento de los servicios públicos de su titularidad (135,8 millones de euros) por recomendación de Intervención General de la Administración del Estado han fundamentado la reformulación de las cuentas.
Al mismo tiempo, el deterioro del resultado financiero (-234,56 millones de euros, frente a los -109,30 millones), se vio afectado por el incremento del endeudamiento neto durante el ejercicio y por el encarecimiento del coste de financiación.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) creció un 23,5%, hasta los 260,7 millones, mientras que los ingresos se elevaron hasta los 2.701,2 millones de euros, un 7,5% más. Los gastos operativos crecieron, por su parte, un 6% y las amortizaciones un 11,9%, hasta los 380 millones, informó la compañía.
El nuevo equipo de gestión de la compañía, que tomó posesión en febrero de 2012, ha puesto en marcha un plan de eficiencia que plantea una contención de los gastos superior al 16% con respecto al pasado ejercicio.
Por su parte, el área de Viajeros registró durante 2011 el mayor incremento, un 6,5% superior al del año 2010, hasta los 1.815,4 millones de euros. Durante este periodo se produjo un aumento generalizado de la movilidad tanto en los servicios comerciales, un 2,9% más, como en servicio público, un 3,1% más.