Advierte de que necesitará en 2008 al menos 500 millones de dólares más de lo previsto en 2007 para no racionar la ayuda
BRUSELAS, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) de Naciones Unidas necesita al menos 500 millones de dólares más de lo estimado en el presupuesto de 2007 para desarrollar sus proyectos este año y evitar tener que reducir la asistencia a la población que sufre falta de alimentos. El aumento de los precios de los alimentos, provocado por la subida del precio de los combustibles o del efecto del cambio climático en las cosechas, entre otros factores, es un "nuevo desafío" para la lucha contra el hambre en el mundo, según alertó hoy la directora del Programa Mundial de Alimentos (PAM) de Naciones Unidas, Josette Sheeran.
La agencia de la ONU teme que, de no lograr reunir el dinero necesario de los países donantes, su personal se vea obligado a reducir las raciones de alimentos a los que sufren el hambre o a recortar el número de personas a las que prestar esa ayuda. Según explicó hoy Sheeran en la sede del organismo internacional en Bruselas, "en torno al 90 por ciento" de la asistencia alimentaria del PAM proviene de "mercados abiertos", lo que significa que "se ve afectada directamente por la subida de los precios".
En junio de 2007, el programa estimó un presupuesto de 2.900 millones de dólares para alcanzar en 2008 los mismos objetivos logrados ese año. Sin embargo, con los precios actuales de los alimentos, el presupuesto ha sido revisado y solo en lo que respecta al abastecimiento de alimentos y combustible ha aumentado en un 40 por ciento. En la práctica, estos datos suponen que el PAM "solo" puede "obtener el 40 por ciento de alimentos", explicó la directora de la agencia.
Así las cosas, la representante de Naciones Unidas advirtió de que son necesarias "soluciones a largo plazo" para hacer frente a esta situación, ya que "quizá estemos en una era en la que veremos continuos aumentos de los precios", y abogó por emprender estudios sobre la importancia del impacto de los precios. "Nuestros cálculos prevén que el actual nivel de precios continúe durante los próximos años (...) probablemente hasta 2010 como mínimo", insistió.
RÁPIDA SUBIDA DE LOS PRECIOS
El aumento de la demanda de productos alimenticios en economías emergentes como China e India, sumado a los efectos en las cosechas del cambio climático (inundaciones o sequías) y al desarrollo de cultivos para biocombustibles produce un gran efecto en los precios de los alimentos, que han aumentado "muy rápido en los últimos seis meses", según la funcionaria de la ONU.
Como ejemplo de lo que supone el incremento del precio de productos básicos para la alimentación, Sheeran se refirió a El Salvador, país en donde la población de zonas rurales compra hoy un 50 por ciento menos de comida que la que compraba con el mismo dinero hace 18 meses.
Otro ejemplo es Afganistán, cuyo Gobierno hizo un llamamiento a principios de año para recibir fondos con los que alimentar a 2,5 millones adicionales de población debido a la subida de los precios. El precio del trigo en este país creció un 67 por ciento desde principios de 2007 y las familias que en 2006 destinaban un 20 por ciento de sus ingresos a comprar pan o cereales, en la actualidad deben gastar cerca del 45 por ciento.
Por otro lado, según datos de Naciones Unidas, las reservas alimenticias son las más bajas de las últimas tres décadas, lo que unido a la inestabilidad de los mercados de materias primas favorece la especulación con estos productos. La caída del dólar --moneda con la que se hacen la mayor parte de transacciones en estos mercados-- es un elemento más que viene a agravar la situación.
En este contexto, se ha descubierto una "nueva cara" del hambre, ya que el problema se extiende y la carestía de los alimentos golpea a países que hasta ahora no figuraban en la categoría de emergencia. Mientras que tradicionalmente el Programa Mundial de Alimentos ha trabajado en países donde faltaban alimentos, en la actualidad debe ampliar su acción a lugares en donde el problema es el alto precio de los productos que impide a la población acceder a ellos y las familias deben reducir sus comidas diarias.
Para argumentar la alerta lanzada por el PAM y la petición de más ayuda a sus socios --especialmente a Estados Unidos y Unión Europea, por ser máximos beneficiarios de la subida de precios--, Sheeran quiso recalcar que casi la totalidad de los que trabajan para esta agencia de Naciones Unidas lo hace de manera voluntaria y que, por tanto, la financiación solicitada es "directamente" para necesidades reales.
Además, Sheeran afirmó que el 80 por ciento de los proyectos emprendidos por el PAM están clasificados como de emergencia y remarcó que se trata de planes con los que se cubren las necesidades más básicas de la población en situación de pobreza y hambre.