Actualizado 02/04/2008 15:27

La Generalitat admite un "pacto de silencio" sobre el trasvase del Segre con el Gobierno central desde noviembre

BARCELONA 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Medio Ambiente y Vivienda de la Generalitat, Francesc Baltasar, admitió hoy que mantuvo desde noviembre un "pacto de silencio" con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que se mantuvo hasta una vez pasadas las elecciones generales del 9 de marzo.

En declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, Baltasar explicó que el 29 de noviembre se reunió con Narbona le explicó "la magnitud de la sequía que tenía Catalunya", en un momento en que dos tercios del territorio español estaban en un grado "muy importante de sequía".

Según añadió, en el encuentro le pidió transportar agua en barcos, a lo que Narbona le respondió positivamente y apuntó que podía aportarse desde Carboneras (Almería).

"Le planteamos además que convendría, pese a las medidas humanas, una aportación, que podría ser una 'punzada' --trasvase puntual-- en el Segre de las características determinadas y limitadas, y la cara ya no fue la misma, pero evidentemente se comprometieron a estudiarlo", relató.

Baltasar, añadió que entonces le dijeron que, dentro del pacto de silencio, el tema no se tratase en ese momento, "en el sentido de no formularlo públicamente". "Me dijeron: Por favor, este tema no lo tratemos ahora que estamos en un periodo preelectoral", apuntó.

En el momento de la reunión, según Baltasar, confiaban en que en el periodo de silencio, la climatología, no les obligara a debatir el trasvase. Sin embargo, el conseller ecosocialista lamentó que en este periodo entre noviembre y marzo se confirmaron las hipótesis más "maximalistas", pasando a llover por debajo del 5%.

Por todo ello, Baltasar afirmó que los portavoces de Medio Ambiente del Gobierno que nieguen tener conocimiento sobre el proyecto de trasvase están mintiendo. Además, señaló que "durante estos meses se vieron repetidamente técnicos de la Agencia Catalana del Agua (ACA) con técnicos del Ministerio de Medio Ambiente".

Asimismo, apuntó que le volverá a "reclamar" al nuevo Gobierno que tome medidas para ayudar a Catalunya, cuyas reservas están divididas administrativamente en dos cuencas. En la del Ebro --donde se encuentra el Segre-- depende también de otras comunidades, por lo necesitan una autorización.

"Les tenemos que decir que qué harán por Catalunya y para que no pasen sed los 7,3 millones de habitantes", dijo sobre el nuevo Gobierno central, que debe conformarse tras las elecciones. Sin embargo, apuntó que no empezará las obras necesarias para el trasvase sin su consentimiento.

A pesar de ello, una vez cuenten con él, espera tener los trabajos acabados el 15 de octubre, aunque requiera reforzar el ritmo de trabajo para conseguirlo. "Si hace falta, trabajaremos en tres turnos", apuntó.