Actualizado 20/11/2008 13:59

Descubren que las praderas submarinas de posidonia en Baleares son imprescindibles para la diversidad de la especie

MADRID 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un equipo de biólogos y físicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Baleares ha descubierto que las praderas de posidonia oceánica de las Islas Baleares son imprescindibles para el mantenimiento del flujo genético de la especie, y, por tanto, de la diversidad de esta planta marina endémica.

Según afirmó hoy el CSIC en un comunicado, el estudio, que aparece publicado esta semana en la revista 'Proceedings' de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense (PNAS), identifica las poblaciones de posidonia en las Baleares como "auténticos motores" que alimentan la diversidad de la posidonia en el Mediterráneo occidental, lo que subrayaría la importancia de su protección.

Los investigadores han identificado las poblaciones de posidonia que en caso de ser eliminadas o muy degradadas darían lugar a "serias interrupciones" en la conexión genética entre lugares distantes, lo que eliminaría la posibilidad de que la biodiversidad perdida en una población pueda recuperarse por contacto con otras.

Uno de los autores del trabajo, el investigador del CSIC Emilio Hernández-García detalla que, con la metodología desarrollada 'ad hoc' para este caso han determinado "cuáles son las poblaciones que actúan como exportadoras activas de genes, aportando diversidad y riqueza a la especie, y cuáles simplemente los reciben, una información relevante para cualquier acción de conservación de esta especie mediterránea".

Asimismo, el equipo científico ha confirmado que existe una separación genética entre las poblaciones de posidonia del Mediterráneo occidental y oriental. "Las poblaciones al este y al oeste de Sicilia son diferentes genéticamente, probablemente debido a la separación entre las dos cuencas que provocaron las glaciaciones en esta zona", explica Hernández-García.

TEORÍA DE REDES

Gracias al modelo matemático, basado en la Teoría de Redes desarrollado para la ocasión, los investigadores lograron representar las relaciones genéticas entre las distintas poblaciones donde vive la planta como una red en la que aparecen conectadas las poblaciones con alta similitud genética.

Hernández-García señala que estas técnicas también se pueden aplicar a otros problemas en el área de biología de la conservación, así como a situaciones de epidemiología, "donde sea relevante determinar las rutas de transporte de un patógeno". Más allá de la biología este método también encuentra aplicaciones en campos tan distintos enttre sí como la sociología, la física o el tráfico aéreo.