MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más del 50 por ciento de las personas con Síndrome de Down supera los estudios de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y los programas especiales para su formación o PCPI, según se desprende del estudio científico 'Salud y calidad de vida desde la discapacidad intelectual. Síndrome de Down'.
El trabajo resalta que se trata de "un avance considerable", dado que en 1999 más del 50 por ciento de las personas con trisomía 21 y mayores de 16 años no sabía ni leer ni escribir. No obstante, insiste en que "la gran barrera de la integración" de las personas con Síndrome de Down o SD es la inclusión en el sistema educativo ordinario y lograrla también a nivel laboral.
Se desprende igualmente del informe que el colectivo está satisfecho "en gran medida" con el centro de formación al que acude, le gusta y valora allí lo que hace y está motivado para aprender. De los encuestados, un 90,3 por ciento valora lo que aprende, un 82,5 por ciento está contento con sus resultados académicos y, le gusta ir a la escuela, a un 87,1 por ciento.
En España residen 33.965 personas con esta discapacidad intelectual, de las que el 83,5 por ciento son mayores de 16 años, según refleja el trabajo, que también apunta que la esperanza de vida de personas con este síndrome es de 60 años; si bien, gracias a los cuidados sanitarios y a los métodos de atención existentes, prevé un aumento que podría llegar hasta los 70 años. Hace tres décadas era de 20 años.
La presidenta de la Fundación Educación para la Salud y directora científica del estudio, María Sáinz Martín, ha destacado de este trabajo que se trata del primer cuestionario realizado directamente a personas con SD y que el objetivo principal para este colectivo es mejorar su autonomía y la calidad de vida, especialmente de cara a su vejez, porque su esperanza de vida aumenta.
En cuanto al empleo en empresas ordinarias, el 27 por ciento de las personas encuestadas con esta discapacidad intelectual declara tener un empleo remunerado, el 95,1 por ciento está contento con sus resultados laborales; mientras, sobre la integración en el trabajo, el 94,1 por ciento manifiesta tener buena relación con sus compañeros, aunque el 10 por ciento se siente solo.
Además, señala que la mayor parte de las personas con SD están contentas con su salud (94,1 por ciento) y con su imagen corporal (89,5 por ciento). En cuanto al ocio y al tiempo libre, Sáinz ha detallado que más del 50 por ciento se relaciona con asociaciones del sector y con otras actividades de 'vida normalizada'.
En esta línea, el 93 por ciento se declara usuario de videojuegos y de televisión y "sólo" el 59,4 por ciento afirma realizar algún tipo de actividad física, respetar los horarios y no picar entre horas. De hecho, no se aburren y pasan gran parte de su tiempo en las asociaciones a las que están afiliados, ya que el 78,1 por ciento de personas con este síndrome así lo han declarado. El trabajo recuerda que estas personas tienen tendencia al sobrepeso.
SABER PEDIR PERDÓN
Los resultados obtenidos sugieren, en la esfera de los recursos personales que, "al contrario de os que sería esperable en la población con discapacidad intelectual", las personas con trisomía 21 tienen recursos suficientes para afrontar con "relativo éxito" su vida cotidiana, aunque en ciertos aspectos carecen de autonomía y precisan de la ayuda de terceros.
Así, declaran saber pedir ayuda en caso de necesitarlo, un 75 por ciento; conseguir lo que quieren con esfuerzo, un 79,1 por ciento; pedir disculpas cuando se equivocan un 85,9 por ciento; sentirse entendido cuando expresan sus ideas, un 72,7 por ciento. El 80,2 por ciento de los encuestados declara tener amigos.
Sobre cómo se llevan con su entorno, Sáinz apunta que la satisfacción es "muy alta" entre los encuestados y cada vez está "más normalizada" la situación de las personas SD en la sociedad. Si bien uno de los temas que "más les preocupan" es la soledad, el qué harán cuando fallezcan sus padres, en un 54,4 por ciento de los casos.
SIEMPRE UN MAYOR ESFUERZO QUE EL RESTO
Por su parte, la vicepresidenta de la Fundación Down España, María Ángeles Agudo, ha señalado que el reto de este colectivo se sitúa en obtener una mayor autonomía personal, además de conseguir una mejor calidad de vida. "Envejecer es lo mejor que nos puede pasar pero lo más importante es envejecer con calidad de vida y las personas con SD siempre tienen que demostrar y aportar un esfuerzo añadido en todo lo que hacen para estar en esta sociedad. Se merecen envejecer con calidad", ha subrayado.
La secretaria general de Política Social y Consumo, del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, Isabel Martínez, ha resaltado de este estudio científico que se trata de la "primera radiografía" de las expectativas de vida que tiene una persona con esta discapacidad intelectual en España. En este sentido ha recalcado la Ley de Dependencia está dando "respuesta" a esas preocupaciones y personas. "Es una ley de servicios y prestaciones de autonomía personal que espero que en un futuro cuente con la implicación de las instituciones y con recursos", ha apuntado.
"Hay mucho por hacer todavía. Si bien es cierto que las personas con SD están contentas, alegres y satisfechas en general consigo mismas, con todo lo que reciben y tienen, no es menos cierto que todavía se les puede dar más y pueden exigir más de la sociedad en la que viven, e incluso de sí mismas", concluye el estudio científico.
En este trabajo científico, que ha sido presentado este miércoles en la sede en Madrid del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), han colaborado la Federación Española de Síndrome de Down (Down España), la Fundación Sanitas y la Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS), del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
Para su elaboración se ha realizado un cuestionario a 868 personas con trisomía 21, mayores de 16 años, y otros 709 a familiares de SD. Participaron así el 78'5 por ciento de las asociaciones englobadas en Down España y sus afiliados, de casi la totalidad de las comunidades autónomas.