La ocupación es mayor entre los hombres y entre quienes tienen reconocido un menor grado de discapacidad
MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las personas con discapacidad en edad de trabajar en España suman más de 1,45 millones, el 4,8 por ciento de la población activa del país, pero son menos del dos por ciento del total de asalariados, según la explotación de la Encuesta de Población Activa y de la Base Estatal de Personas con Discapacidad difundida este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En concreto, en España viven 1.450.800 personas de entre 16 y 64 años que tienen un certificado de discapacidad, cifra que se incrementó un 15% el año pasado. El 52,8 por ciento tiene estudios de Secundaria o cursos de formación e inserción laboral, frente al 50,5 por ciento de la población general, y un 27,4% ha obtenido titulación superior, cifra que entre los no discapacitados es del 39,7%.
Según los datos del INE, estas personas suponen el 2% de los asalariados en las empresas privadas de 50 o más trabajadores, incluidas las entidades especializadas en inclusión social, porcentaje que se reduce hasta el 1,5 por ciento cuando se observan las compañías más pequeñas, con menos de medio centenar de empleados.
Sin embargo, la mayoría de los trabajadores con discapacidad son asalariados (88%, un 5,3% más que en el resto de la población), tienen contrato indefinido (78,3%, un 2% más que el resto), jornada completa (82,4% un 3% más que el resto) y desempeñan su actividad en el sector servicios (80,5%, frente a 74,8%).
Esta estadística se ha elaborado a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE y la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad (BEPD) del IMSERSO. El estudio muestra la situación en el mercado laboral de este colectivo entre 16 y 64 años con certificado de discapacidad mayor o igual al 33 por ciento.
"Desde el punto de vista del mercado de trabajo, lo más destacable del colectivo de personas con discapacidad es su baja participación, con 531.600 personas activas y una tasa de actividad del 36,6% en 2012, 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad (77%)", explica el INE, para incidir en que esta tasa "apenas ha variado a lo largo del periodo 2009-2012".
Así, el número de personas con discapacidad ocupadas en 2012 era de 355.500 con una tasa del 24,5%, más de 30 puntos por debajo de la registrada entre los activos sin discapacidad. En cuanto a los parados, ascendieron a 176.100, con una tasa 6,2 puntos por encima de la del resto de la población.
MENOS EMPLEO ENTRE LAS MUJERES Y LOS JÓVENES
En 2012 había 207.000 hombres con discapacidad ocupados, el 58,2% respecto del total de los ocupados con discapacidad, frente a las 148.000 mujeres (41,8%). Estos datos reflejan que al igual que sucede con la población general, las mujeres con certificado de discapacidad tienen menos presencia en el mercado laboral.
Sin embargo, la tasa de actividad de estas mujeres está más próxima a la masculina que en la población sin discapacidad, pues la diferencia es de 3,2 puntos frente a los 10,3 del resto de la población entre 16 y 64 años. La tasa de paro de las mujeres con certificado de discapacidad en 2012 (32,9%) es inferior s la de los hombres (33,3%).
Por edades, respecto a 2011 destaca la caída en la actividad registrada por los jóvenes con discapacidad (7,3 puntos menos). Además, en todos los grupos de edad el desempleo aumentó con mayor intensidad en el colectivo de personas con discapacidad de lo que lo hizo para la población general.
MÁS EMPLEO EN LA DISCAPACIDAD AUDITIVA
Las comunidades autónomas que presentan las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de personas con alguna limitación son Baleares (48,6%), Murcia (43,1%), País Vasco (42,3%) y Navarra (42,2%). Por el contrario, las menores tasas de actividad se registran en Canarias (29,6%) y Asturias (31,6%), Extremadura (32,5), Andalucía (34,6%).
Según el INE, la tasa de actividad es inversamente proporcional al grado de discapacidad: el 54,1 por ciento de las personas con un nivel inferior al 45% está trabajando, frente al 13,3% de quienes tienen un grado superior al 75%. Las personas con limitaciones auditivas registraron las tasas de actividad más altas (57,4%), mientras que las más bajas se encontraron entre personas con deficiencias mentales.
El perfil de empleabilidad es distinto del resto de la población, con índices más elevados en las actividades sanitarias y de servicios sociales (12,7% frente a 7,8 por ciento de personas sin discapacidad), en Administración Pública y Defensa (10% frente a 7,5%), actividades administrativas y servicios auxiliares (9,9% frente a 5%) y en las actividades artísticas, recreativas o de entretenimiento (6,2% frente a 1,7%).
El INE detalla una serie de medidas que contribuyen a la incorporación de las personas con discapacidad al mercado laboral ordinario, como las deducciones en las cotizaciones a la Seguridad Social que tenían en 2012 la cuarta parte de estos trabajadores o la modalidad del contrato específico de discapacidad que había firmado el 24,9 por ciento.
Además, apunta que el 9% de las personas en edad laboral recibieron alguna prestación el año pasado, tasa que se eleva al 54 por ciento entre las personas con discapacidad, de las que un 18,6% eran activas. Asimismo, el 17,1% de personas con discapacidad tenía tambiéN reconocida oficialmente la situación de dependencia.