El Sistema Integral de Recogida de Envases y Residuos Farmacéuticos (SIGRE), una entidad sin ánimo de lucro creada a iniciativa de la industria farmacéutica, pretende sensibilizar a los ciudadanos sobre el uso responsable de los medicamentos, tanto desde el punto de vista medioambiental como sanitario. En esta entrevista, el director general de SIGRE, Juan Carlos Mampaso, repasa las principales líneas de actuación de este organismo.
.- ¿Qué tipo de residuos gestiona SIGRE?
La actividad de SIGRE está regulada por la Ley 11/1997, de 24 de abril, de Envases y Residuos de Envases. Así, aunque al principio estábamos sometidos a la ley de envases, para nosotros lo importante no era sólo el envase sino también lo que podía haber dentro, ya que era inconcebible recuperar el envase y tirar el medicamento.
Posteriormente, con la aprobación de la Ley 29/2006, de 26 de julio, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, se demostró que la industria farmacéutica se adelantó a la legislación pues ya se habían implantado medidas para recuperar los medicamentos y darles un correcto tratamiento.
Lo cierto es que el sector se ha adelantado a temas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de los que ahora se habla mucho. La RSC es intrínseca a lo que hace la industria farmacéutica. De hecho, en cuanto a número de certificaciones, somos de los primeros en el sector.
.- ¿Cuál es el proceso de recuperación que lleva a cabo SIGRE?
Recomendamos al ciudadano llevar los envases vacíos de medicamentos al Punto SIGRE, así como los restos de aquellos medicamentos no consumidos o caducados. Contamos con la ventaja de que, en poco tiempo, hemos llegado a casi todos los ciudadanos porque prácticamente el 100 por cien de las farmacias colaboran en el proceso, algo más de 20.000 en España. Además, 141 almacenes de distribución farmacéutica --que representan a todas las empresas de distribución farmacéutica-- colaboran en la logística y recogida de los productos, que son tratados en la Planta de Clasificación de Residuos de Medicamentos de Cerceda (A Coruña), pionera en Europa.
Una vez en planta, los medicamentos se separan en varios grupos: los considerados como tóxicos o peligros, y los que no, de los que se recupera el cartón, papel o vidrio para su posterior reciclaje. Aquellos medicamentos y envases que no se pueden reciclar se eliminan y se utilizan como combustible y energía eléctrica. Lo que hay que dejar muy claro es que no se reutiliza ningún medicamento.
.- Según datos de la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente 2008 realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 69,5 por ciento de los hogares españoles utilizó el Punto SIGRE de la farmacia para reciclar los restos de medicamentos el año pasado, un 9,3 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior. ¿Cómo explica este aumento?
La verdad es que ha sido una satisfacción conocer los resultados de esta encuesta, ya que el reciclado de medicamentos alcanza una cifra importante que se ha puesto al nivel de otros residuos más habituales del reciclaje, como el vidrio o el cartón.
Lo cierto es que el ciudadano ha sabido valorar el doble objetivo de SIGRE, no sólo de reciclar el medicamento, sino también de hacer un uso responsable del mismo no tomando fármacos en mal estado o revisando el botiquín, entre otras actuaciones.
.- También llevan a cabo campañas de sensibilización entre médicos y profesionales sanitarios. ¿Cuál ha sido su acogida al respecto?
La farmacia es un lugar de confianza pero también el médico inspira confianza, por lo que queremos incorporar a este profesional a nuestro 'club' a través de una campaña para implicarles en nuestro sistema, ya que la mayoría conoce SIGRE pero desde un punto de vista punto particular.
Por ello, se está llevando a cabo una campaña de información entre centros de atención primaria, pediatras y personal de enfermería de varias comunidades autónomas para que conozcan qué es SIGRE, qué se hace con el residuo o por qué hay que llevarlo a la farmacia. Esta iniciativa contempla consejos sanitarios y medioambientales.
.- De cara al futuro, ¿qué otras iniciativas se van a llevar a cabo?
La idea principal es seguir con la sensibilización ciudadana, aunque nos vamos a centrar en el nivel educativo. Así, nos vamos a dirigir a universitarios y futuros profesionales de Farmacia y Medicina, principalmente; y estamos preparando una campaña destinada a menores de entre 10 y 14 años, con la colaboración de los profesores, para que conozcan el sistema y sean la voz de la conciencia en sus hogares.