Actualizado 17/05/2013 14:56

El padre de la niña al que el juez le otorgó la custodia teme por la integridad de su hija

La madre está en paradero desconocido con la menor que lleva casi dos meses sin ir al colegio

OVIEDO, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El padre de la niña de seis años que vivía con su madre en Orense y al que la Audiencia Provincial de Asturias le dio la guarda y custodia de la menor, ha señalado que "tiene razones de peso para temer por su integridad física y la de su hija" y a pesar de la decisión judicial hace dos meses que no la ve.

El progenitor, en una conversación con Europa Press, se ha mostrado "muy triste y abatido" por llevar dos meses sin ver a su hija y, lo peor aún, sin saber dónde y cómo se encuentra. "Llamo al teléfono de mi exmujer esperando con suerte que la niña vea mi número y lo coja para hablar con ella, pero es imposible".

El padre dice llevar seis años de "calvario" desde que su exmujer con la que convivía en Oviedo se fue sin decir nada a Orense llevándose a su hija. Al principio estuvo dos meses sin que le permitiera ver a su hija, y sólo posteriormente pudo verla a través de un punto de

encuentro familiar de la comunidad gallega, al haberlo querido así su exesposa. Desde entonces viajaba a Galicia para verla respetando las horas y los días de visita.

Relata que su exmujer "jugó con él al agotamiento psicológico y económico, interponiendo procedimiento tras procedimiento" y le decía que "a ella --defendida pos su padre- el abogado me salía gratis", y tuvo que "soportar" innumerables denuncias contra su padre, sus hermanos, el abogado que les tramitaba las multas de tráfico, y la abogada que le defiende en los temas civiles.

Considera importante destacar que el procedimiento lo inicia su exmujer para intentar reducir aún mas las visitas, y sólo es ante la Audiencia, en el recurso de apelación, a partir del comportamiento de la madre, que entre otras cosas se había negado a someterse al examen de un perito judicial designado por la jez, por lo que se vio obligado, por el bien de su hija, a solicitar la guarda y custodia.

Estos contactos sólo se producían en una casa de punto de encuentro a la que la familia materna sólo permitía acceder al padre, por lo que los abuelos paternos y su familia de Oviedo no pudieron ver a su nieta hasta cumplidos los dos años. "Sólo se la podía enseñar a través de un cristal", relata.

Más adelante, cuando ya las recogidas y las entregas se hacían en las puertas de los domicilios, el padre acudía con una cámara de video para evitar ser insultado o agredido por la familia materna delante de la niña. Cuestión que posteriormente el Juzgado le prohibió.

LA ÚLTIMA CONVERSACIÓN TELEFÓNICA

Dos semanas antes de que la madre abandonase su domicilio con la menor para evitar la ejecución de sentencia, su padre habló dos veces por teléfono con ella. "Papi, ¿cuándo nos vamos a ver, cuántos días faltan?, preguntaba la pequeña y el padre le respondía siempre "dentro de dos días" a lo que la niña le respondía "siempre dices que son dos días pero nunca llegan". Esta conversación fue la última que mantuvo con su hija.

La madre de la niña asturiana debía de haber entregado a la pequeña a su padre el 30 de marzo, tal y como se dictó en la sentencia, pero nunca llegó al punto de encuentro. Desde entonces la mujer y su hija se encuentran en paradero desconocido desobedeciendo varios requerimientos judiciales.

El fallo de la Audiencia Provincial con fecha de 11 de marzo de 2013, dejó bien claro que la condición que el tribunal imponía al padre era que acreditase la existencia de una plaza de escolarización en un centro educativo de Oviedo. Así lo hizo, y el 25 de marzo la pequeña ya tenía plaza en un colegio en Oviedo y debía de haber empezado el 8 de abril.

Al no saber nada de la niña, el padre por medio de su abogada, interpone una demanda de ejecución forzosa en procesos de familia y el juzgado de Primera Instancia número 7 de Oviedo, el 5 de abril, dicta un auto en el que requiere a la madre para que haga entrega de la menor a su padre a las 20.00 horas del día siguiente de la notificación del ato.

Además prohíbe la salida de la pequeña del territorio nacional, salvo expresa autorización judicial y prohibición de expedición de pasaporte a la menor. En el caso de incumplimiento, el Auto da orden a la Policía Judicial para que averigüen el paradero de la madre y de su hija "incluso con el uso de la fuerza si esta se negara y fuera necesario, se autoriza la entrada en el domicilio".

CAUSA ABIERTA POR SUSTRACCIÓN DE MENORES

Diez días después, el mismo juzgado, por medio de un decreto, autorizó a la Policía Judicial a personarse en el domicilio de la madre a fin de hacer cumplir la sentencia y dar la custodia de la menor al padre. Cuando los agentes llegaron al domicilio no había nadie y tras realizar "vigilancias discretas en el domicilio en distintas horas y días" no apreciaron movimiento alguno. Tampoco la niña asistía al colegio.

Los agentes entrevistaron a los abuelos maternos y ambos afirmaron que su hija se encontraba de viaje con la menor en territorio nacional pero en paradero desconocido dado que no mantienen contacto telefónico, según los informes policiales a los que ha tenido acceso Europa Press.

Tras estos hechos y al incumplir de forma reiterada los requerimientos judiciales, el Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo dictó un Auto, el 19 de abril, en el que se abre un procedimiento contra la madre de la menor por desobediencia judicial, por sustracción de menores y abandono de la familia.

Y el mismo juzgado abrió, el 29 de abril, diligencias previas, en las que solicitó la declaración del padre de la menor y en las que se insta a la Policía Judicial a que remita los informes llevados a cabo y que averigüe el paradero de la madre y de la menor.

El padre ha manifestado su "plena confianza" en la Justicia y en "el buen hacer" de la jueza titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, Begoña Fernández, para encontrar la mejor salida para su hija, así como también en el trabajo realizado por el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de Oviedo para encontrar el paradero de la menor.