Actualizado 20/04/2010 21:04

Psicóloga rechaza "cambiar" los roles sexistas de los cuentos e insta a los adultos a mostrar que son "inadecuados"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

La escritora y psicóloga Begoña Ibarrola, experta en educación emocional, aseguró hoy que los roles sexistas presentes en algunos cuentos tradicionales "no se deben cambiar", al considerar que muestran a los niños que la realidad "no es un mundo de rosas", tras atribuir a los padres y a los adultos el deber de "transmitir que esos comportamientos no son adecuados".

En una entrevista concedida a Europa Press antes de intervenir en las V Jornadas de Educación Infantil en Santiago, Ibarrola aclaró que dichos estereotipos tienen "una función muy importante", ya que muestran "comportamientos que son adecuados y otros que no lo son", pero "que no se pueden camuflar".

En concreto, se refirió a que los niños "no se fijan" en que el rol de algunos personajes femeninos es "más pasivo", sino en una serie de acontecimientos con los que "se identifican" y para asimilar que "hay que pasar situaciones duras" antes de que llegue "un final feliz".

Durante su conferencia sobre la función de los cuentos y su papel en el fomento de la educación emocional en los niños, explicará como se pueden aplicar estas historias tradicionales para alcanzar un desarrollo "equilibrado" a través de la lectura.

Así, situó el inicio de estas prácticas en los años 80, con el impulso a la teoría de las inteligencias múltiples. Esta idea, que desvinculaba "por primera vez" la inteligencia de la acumulación de ideas, incorporó el conocimiento a uno mismo y la convivencia como elementos de desarrollo en la persona.

De este modo, explicó que, "ya sin darse cuenta", los niños conectan a través de las emociones del cuento mediante "la empatía, ponerse en el lugar de los otros" y "dando un salto para vivir las aventuras de los personajes". De este modo, las propias historias "obligan a que se den cuenta de que no todo es de color de rosa".

"Es un lenguaje metafórico y hace alusión a los grandes arquetipos", dijo, tras posicionar las bases de la metodología en el "conocimiento de uno mismo, el autocontrol, la regulación de las emociones, la autonomía, a no ser dependientes de los demás y también a convivir" con otras culturas.

BUENOS RESULTADOS

En este sentido, explicó que diferentes países con más de 15 años de trayectoria en estas prácticas, e incluso en diversas experiencias "muy parecidas" impulsadas en Cataluña y País Vasco, se obtuvieron resultados "positivos" que se tradujeron en "ausencia de bullying" o de comportamientos negativos en los jóvenes.

Finalmente, incidió en la importancia del "docente" en este campo, para que "la hora del cuento no lo consideren un mero entretenimiento", sino "una función importantísima de apoyar los procesos de aprendizaje" y el "desarrollo cerebral".