MADRID, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -
El PSOE ha iniciado una ronda de contacto con el resto de grupos parlamentarios en busca de apoyo para incluir en el Pacto contra la Violencia de Género, que se aprobará en el Congreso la próxima semana, a las madres cuyos hijos han sido asesinados por sus parejas.
Los socialistas pretenden incluir, como voto particular, un nuevo punto en el documento del pacto, tras descubrir que existen lagunas en esta materia. Según han explicado a Europa Press fuentes parlamentarias, el objetivo es reconocer a estas mujeres como víctimas de violencia de género para que puedan acceder a la atención y las prestaciones que, a su juicio, les corresponden.
En el texto que han redactado, y que están presentado a los grupos, el PSOE destaca que son 840.000 los hijos e hijas de mujeres maltratadas sufren cada año las consecuencias de esos hechos, de los que el 6,2 por ciento, más de 500.000, padecen este maltrato de forma directa.
INSTRUMENTOS PARA DAÑAR A LA MADRE
Algunos de ellos, según ha identificado la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, se convierten en instrumento vehicular del daño a la madre. Así, de los 44 menores asesinados en la última década por violencia de género, 26 lo fueron durante el régimen de visitas o en el periodo de la custodia compartida correspondiente al padre. "Está documentado en las investigaciones policiales que en algunos casos los asesinos, avisaron previamente a la madre con la intención de generar más daño, impotencia y desesperación", apunta el PSOE en el escrito.
Uno de los casos más populares de este tipo de maltrato es el de José Bretón, que descuartizó y quemó a sus hijos Ruth y José en su finca de Córdoba. Los hechos sucedieron después de que su mujer, Ruth Ortiz, le comunicara que quería terminar con su matrimonio. La investigación policial determinó que el crimen fue cometido en venganza a su esposa, que no ha recibido ninguna ayuda del Estado.
AHORA ES UNA "VIOLENCIA SECUNDARIA"
Por ello, quieren que se reconozca que la violencia machista contra las mujeres también se desplaza hacia todo aquello (o aquellos) a lo que la mujer está apegada y que no es "una violencia secundaria a la víctima principal", como se define actualmente.
Por ello, buscan que las madres que ven como sus parejas matan a sus hijos sean consideradas legalmente víctimas directas de la violencia de género a pesar de que en la mayoría de los casos analizados durante la última década, la violencia mortal sobre los hijos fue el final de una violencia previa sobre la madre.
"Dado que es a la mujer a la que se quiere dañar y que se daña de facto cuando se producen estos asesinatos, es preciso que los apoyos psicosociales y derechos laborales, las prestaciones de la Seguridad Social, así como los derechos económicos recogidos en la Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género sean de aplicación en casos de violencia 'por interpósita persona'", concluye el texto.