Actualizado 30/10/2012 14:08

La tasa de desempleo entre la población inmigrante duplica a la de los autóctonos

Recursos de inem, parados
EUROPA PRESS

Africanos, rumanos y búlgaros, los colectivos más afectados por la crisis frente a los latinoamericanos, que la sufren en menor medida

MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -

La tasa de desempleo entre la población inmigrante ha duplicado a la de los autóctonos en España durante 2011, con un 39,1 por ciento de parados inmigrantes frente al 18,4 por ciento registrado entre los oriundos, según se desprende de un informe publicado por la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

El documento --que lleva por título 'Impactos de la crisis sobre la población inmigrante en España'-- especifica que el mayor índice de paro se encuentra entre los inmigrantes de África (49,3%), seguidos de ciudadanos no comunitarios, como rumanos y búlgaros (32,8%). Por su parte, los ciudadanos latinoamericanos son el grupo extracomunitario menos afectado, con un 28,5 por ciento de parados.

Además, el informe señala que, entre 2008 y 2011, se perdieron 2,2 millones de empleos en España. Sin embargo, mientras que un 11,5 por ciento de asalariados autóctonos se quedaron sin trabajo, esta misma situación afectó al 15 por ciento de los asalariados de América Latina y el resto de Europa y al 21 por ciento de los procedentes de África. En 2011, la media anual de desempleados era de 3,34 millones entre los nativos y de 1,27 entre inmigrantes.

Asimismo, entre 2005 y 2011, el número de hogares de ciudadanos africanos y latinoamericanos con todos sus miembros activos en paro se situó en 110.000 debido a la crisis, cifra que alcanzó los 40.000 hogares en el caso de los europeos comunitarios y no comunitarios. En opinión de Walter Actis, uno de los autores del informe, "estas cifras son especialmente preocupantes para los hogares africanos, puesto que los afectados alcanzan el 28 por ciento del total, muy por encima de los porcentajes del resto de inmigrados (11%) y autóctonos (8%)".

En la misma línea, la tasa de pobreza en los hogares inmigrantes se sitúa en el 31 por ciento, superando en 12 puntos la de la población autóctona menor de 65 años, que llega al 19 por ciento. Además, entre 2004 y 2009, el 19,8 por ciento de los hogares de inmigrantes no comunitarios sufre pobreza extrema, frente al 6,7 por ciento de los encabezados por personas autóctonas.

EL SALARIO DE LOS INMIGRANTES, A LA BAJA

En cuanto al salario, entre 2006 y 2010, el sueldo medio real de los españoles se ha incrementado un 0,8 por ciento mientras que el de los extranjeros ha descendido un 10,6 por ciento. Así, en 2010, más de la mitad de los asalariados extranjeros no llegaron a ingresar una

cantidad equivalente al Salario Mínimo Interprofesional en cómputo anual.

Por tipo de empleo, se ha ampliado la brecha entre inmigrantes y autóctonos que trabajan menos horas de las deseadas --subempleo horario--, con un 24 por ciento de los no comunitarios frente al 11 por ciento de los autóctonos y los nacidos en la UE de los 25.

Esta situación afecta especialmente a las mujeres, según especifica el documento, ya que en 2011, por cada 100 personas asalariadas que trabajaban a tiempo parcial porque no encontraban ocupación de jornada completa, un 21,8 por ciento eran mujeres inmigrantes frente al 11,8 por ciento de las autóctonas. En el caso de los hombres, el porcentaje se sitúa en un 9,5 por ciento para los inmigrantes y un 3,6 por ciento para los autóctonos.

LA CRISIS AFECTA A TODOS LOS JOVENES POR IGUAL

Otro de los sectores analizados es el de los jóvenes que, en el caso del desempleo, afecta a todos por igual independientemente de su origen, con una tasa del 49 por ciento entre los inmigrantes y un 46 por ciento entre los autóctonos. En el caso de los inmigrantes, la mayor tasa de paro juvenil corresponde a los africanos (65%), seguidos por europeos no comunitarios (48%), latinoamericanos (46%) y los nacidos en países de la UE-25 (41%).

El informe también constata que, en el caso de los trabajadores autóctonos, a mayor edad existe una menor tasa de desocupación, mientras que, entre la población inmigrante, una vez superados los 25 años, la mayor edad no garantiza más protección ante el paro. De nuevo la población africana es la más perjudicada ya que, según el documento, casi la mitad de los adultos y dos tercios de los jóvenes activos carecen de empleo.

Por último, el estudio hace alusión a la percepción de los ciudadanos respecto a la inmigración, que oscila entre el rechazo (37%), la tolerancia (33%) o la ambivalencia (30%). Así, ha aumentado el porcentaje de quienes están de acuerdo con la expulsión del país de los inmigrantes en situación irregular, del 12 por ciento en 2007 al 20 por ciento en 2010; así como con la de quienes cometan delitos de cualquier índole (de 68% a 73%) y de los inmigrantes que llevan mucho tiempo desempleados (de 39% a 43%).

Según los autores del estudio, "es necesario abandonar la fantasía que el asunto se solucionará con la salida masiva de esta población". "Por el contrario, es necesario asumir su condición de ciudadanos y, en tanto que tales, atender las situaciones de precariedad que les afectan especialmente", han apostillado.