MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Tierra de Hombres ha presentado un nuevo documental sobre su programa 'Viaje hacia la vida', realizado por Ana Llorente, gracias al cuál más de 700 niños y niñas de África han recibido tratamiento médico en España y han vuelto a sus países "totalmente recuperados". Durante su estancia fuera de sus casas conviven en una familia de acogida quien les cuidan "como a sus hijos" y que firman un convenio donde se estipula que no hay posibilidad de adopción y que, tras la vuelta del menor a su casa, no se podrá mantener el vínculo.
El video muestra "la cara más humana" de este proyecto a través de los testimonios de Mila y Lorenzo, familia de acogida de la pequeña Emmanuela, Paloma, madre de acogida de Rayanne y Montse Hernán, delegada de la Fundación en Andalucía.
Así, los menores llegan a España cuando ya han agotado todas las opciones médicas en sus países. "A los niños que son un poco más mayores, se les prepara muy bien y se les hace ver que es sólo una estancia temporal para que se curen y que luego volverán a sus casas", explica Hernán, quién afirma que con los más pequeños cuesta "un poco más". Aunque el tutor legal de los menores en España es Tierra de Hombres y responsable de todas las decisiones médicas, la familia de acogida es "todo" para el niño durante su estancia en España.
Mila y Lorenzo, que ya han acogido a siete niños, recuerdan que cuando llegó la pequeña Emmanuela a su casa estaba "muy triste" con "un sentimiento de abandono". La pareja afirma que al principio se sintieron "impotentes" porque no sabían cómo transmitirle que era una estancia "temporal", que "su mamá la seguía queriendo" y que pronto volvería a casa. "Al cabo de los días, la niña 'despegó', empezó a sonreir, a pedir que jugáramos con ella y ya respiramos tranquilos", afirma Mila.
Una de las características más importantes del trabajo de estas familias es que es temporal, es decir, que tiene un prinpicio y un final muy definidos. "Dejamos muy claro desde el minuto 1 que los niños tienen su familia, que esto es una circunstancia excepcional, en la que necesitan su ayuda, pero que los niños y niñas tienen su familia biológica", afirma Hernán. Por ello, en el convenio que firman, queda reflejado que no hay posibilidad de adopción "bajo ningún concepto" y, además, tras el regreso del menor a su familia biológica, no pueden tener contacto con la familia de acogida.
"Al principio no entendía el desarraigo entre las dos familias--, confiesa Paloma, la madre de acogida de Rayanne--, pero la verdad es que está muy bien pensado. Quizás si yo tuviera que seguir toda la vida la evolución de Rayanne, cómo está, qué tal en el colegio, con sus amigos, etc. Igual no sería tan valiente. Mi gratitud da para ayudarle a que se cure el corazón, y que siga su vida normal, no para una continuidad larga".
Cuando el niño vuelve con su familia biológica, se envía una fotografía a la familia de acogida contando cómo ha sido el reencuentro. "Evidentemente siempre se va a echar de menos y el recuerdo se va a quedar ahí siempre porque es una experiencia única e intensa, pero al recibir la fotografía, las familias de acogida sienten como un descanso al pensar 'ya está con su familia, está bien' y se cierra el círculo", afirma Hernán.
¿PREPARACIÓN ESPECÍFICA?
Tanto Mila, Lorenzo como Paloma afirman que para ser familia de acogida no hace falta una preparación específica sino más bien concienciación. "Tienes que ser consciente de que traen un niño enfermo y que no es fácil, que requiere mucho tiempo, esfuerzo y dedicación", explica Mila. Además, Lorenzo señala que se debe de tener claro que el niño "no es tuyo, que se tiene que ir cuando se recupere y que vive en un mundo muy diferente al nuestro, por lo que tienes que intentar que los críos no olviden ese mundo del que vienen".
"Desde el momento en que conoces una iniciativa así y sientes que quieres participar y notas que se mueve algo en el corazón, es que estás preparada", afirma Paloma, quién confiesa que cuidar de Rayanne está siendo una experiencia "muy grande", al que trata "como un hijo más" y con el que habla mucho de su familia, amigos y sus padres.
Por su parte, Hernán relata que el proceso es mucho más natural de lo que pueda parecer. "Lo cuidan como si fuera un hijo suyo. Al principio, pueden estar un poco asustados pero en cuanto pasan unos días, ya están bien".
El programa 'Viaje hacia la vida' fue creado en 1995 y está presente en Madrid, Galicia, Andalucía y País Vasco. Desde entonces, más de 700 niños y niñas han convivido con las casi 50 familias de acogida que participan en el proyecto y más de 17 hospitales ya han firmado acuerdos de colaboración con la Fundación Tierra de hombres. Más información en www.tierradehombres.org