Actualizado 24/02/2012 17:20

ACNUR denuncia más de 100.000 desplazados por los combates entre tuareg y Ejército

Hambruna En Somalia
Foto: REUTERS

GINEBRA, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha denunciado este viernes que un total de 130.000 malienses viven desplazados dentro y fuera de Malí por los violentos enfrentamientos entre combatientes tuareg y militares, al tiempo que ha emplazado a la comunidad internacional a destinar 35 millones de dólares (unos 26 millones de euros) para hacer frente a la crisis de seguridad que vive el país africano.

   En rueda de prensa en Ginebra (Suiza), el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, ha explicado que la agencia de la ONU ha hecho un llamamiento para recabar 35,6 millones de dólares para afrontar la crisis humanitaria generada por los combates desatados el 17 de enero en el norte del país entre rebeldes tuareg y militares.

   Según los datos de este organismo, unos 130.000 malienses se han visto obligados a abandonar sus hogares para refugiarse en otras ciudades o en otros países desde el inicio de los enfrentamientos entre los tuareg del rebelde Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA, por sus siglas en inglés) y los militares malienses, unos enfrentamientos que suponen una clara ruptura de los acuerdos de paz firmados en 2009.

   Hasta el momento, el país que más refugiados malienses ha recibido es Níger, al que han llegado 28.858 personas, seguido de Mauritania, con 22.958 desplazados, y Burkina Faso, con 17.499 refugiados. "Se están registrando cada día nuevas llegadas a países vecinos mientras continúan los ataques en el noter de Malí, donde hay unos 60.000 desplazados internos que necesitan asistencia humanitaria", ha explicado ACNUR.

   Los 35,6 millones de dólares solicitados por ACNUR servirán para atender a 85.000 desplazados hasta julio de 2012, según la agencia de la ONU, que ha detallado que los fondos se dedicarán a ayuda de emergencia para los refugiados en Malí y en los países vecinos.

   ACNUR ha indicado que está trabajando para levantar campamentos de refugiados en localizaciones alejadas de la frontera de Malí con Níger, Mauritania y Burkina Faso, con el objetivo de garantizar al máximo la seguridad de los desplazados.

   La mayoría de los malienses que se han visto obligados a dejar sus hogares es de etnia tuareg, aunque también hay malienses Songhai, Moor y Fulani. Todos ellos se encuentran en la actualidad en pueblos fronterizos y están sufriendo las consecuencias de la escasez de alimentos, la grave sequía y la "inseguridad general" del desierto del Sahel.

   "Los refugiados tienen una desesperada necesidad de un refugio adecuado. También necesitan comida, agua, saneamiento, atención sanitaria y educación", ha explicado ACNUR.