Varios heridos entre los subsaharianos y las fuerzas de seguridad han sido atendidos en el Hospital de Melilla
MELILLA, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
Unos 400 inmigrantes de origen subsahariano han saltado esta madrugada la valla de Melilla en dos intentos y se calcula que podría habrían entrado unos 100, aunque esta cifra puede variar porque estos se han dispersado por distintos puntos de la ciudad para no ser interceptados por las fuerzas de seguridad.
Según han informado a Europa Press fuentes policiales, la avalancha masiva se produjo en dos saltos simultáneos pasadas las 05.00 horas por la zona de Barrio Chino y cerca del aeropuerto, por la zona de Villa Pilar, y si bien una gran parte fueron rechazados por las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas a uno y otro ladro de la alambrada, varias decenas lograron pasar, un centenar estiman las fuerzas de seguridad.
En la acción ha habido heridos tanto entre los inmigrantes como entre miembros de las fuerzas de seguridad del Estado que intentaron paralizarlos y que han tenido que ser atendidos en el Hospital Comarcal aunque el número exacto de lesionados y la importancia de los mismos no ha podido ser detallado aún por fuentes oficiales.
La jornada ha sido especialmente activa en la doble valla de seis metros de altura cada una que separa Melilla de Marruecos porque sobre las 09,00 horas se ha producido un tercer intento de salto de un grupo numeroso, quizá entre quienes no pudieron entrar a las 5,00 horas y hayan vuelto a intentarlo pero en esa ocasión ninguno ha logrado su propósito de pasar a Melilla.
La Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local buscan ahora a todos los que han conseguido entrar en los dos primeras intentonas para ser conducidos a la Jefatura de Policía y abrirles el correspondiente expediente de expulsión en aplicación de la Ley de Extranjería que establece su expulsión de España.
Sin embargo, este trámite documental suele durar meses e incluso años y muchas veces no puede concluirse con la repatriación por sus países de origen se niegan a aceptarlos como nacionales propios, por lo que son acogidos en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) dependiente del Imserso hasta su más que probable salida a la Península pasado un largo tiempo.