CEUTA, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Servicio Marítimo de la Guardia Civil y Salvamento Marítimo han interceptado y rescatado este jueves en las inmediaciones de Ceuta a los 11 inmigrantes que viajaban a bordo de una embarcación neumática de 2,5 metros de eslora equipada con un motor de 15 caballos de potencia. La lancha fue detectada por la Benemérita en aguas de la bahía sur de la ciudad autónoma y sus ocupantes fueron trasladados a la 'salvamar' a la altura de la playa del Sarchal.
Una vez en el puerto deportivo de la ciudad autónoma, un Equipo de Respuesta Inmediata ante Emergencias (ERIE) de Cruz Roja ha atendido a los once varones subsaharianos, que presentaban síntomas de hipotermia leve por los que ninguno de ellos ha tenido que ser desplazado al Hospital Universitario, según han precisado fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil y de la institución humanitaria en declaraciones a Europa Press.
Uno de los inmigrantes irregulares, procedente de Chad, ha sido detenido por los efectivos actuantes del Instituto Armado como supuesto piloto de la embarcación y como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros en España.
Esta es la segunda embarcación que la Guardia Civil localiza e intercepta cerca de las costas de Ceuta en menos de una semana. El pasado sábado otra lancha con 15 inmigrantes a bordo, uno de ellos una mujer embarazada de ocho meses, consiguió alcanzar la playa de San Amaro, en aguas de la bahía norte de la ciudad autónoma.
Muy esporádicamente utilizada durante el invierno, el periodo durante el que se produjo el mayor nivel de presión fronteriza terrestre sobre la ciudad autónoma, la vía migratoria marítima para tratar de acceder a Ceuta está recuperando protagonismo. Además, fuentes de las Fuerzas de Seguridad españolas en la ciudad constatan que los intentos se producen ahora en embarcaciones motorizadas en lugar de las 'toys' hinchables de juegue con remos, lo que eleva el coste de la travesía para los indocumentados como única forma de eludir la vigilancia policial marroquí de sus costas.
Estas mismas fuentes han atribuido la desaparición de los intentos de entrada en grupo a través de los espigones fronterizos o el doble vallado terrestre de Ceuta al incremento de la vigilancia y la "presión" del Reino alauita, que genera un "efecto acordeón" sobre las bolsas de inmigrantes "que temporalmente puede llevarles a refugiarse en las grandes ciudades más cercanas sin descartar que regresen a los campamentos de los bosques en verano".
La última estimación oficial de la Delegación del Gobierno sobre el volumen de indocumentados asentado en los montes que rodean la ciudad autónoma lo situaba, el mes pasado, en "unas 1.500 personas". El último intento de entrada grupal por tierra en Ceuta tuvo lugar el 4 de marzo, cuando las Fuerzas de Seguridad de ambos países impidieron a unos 1.200 subsaharianos acceder a territorio español en una respuesta conjunta que el ministro del Interior español auguró que marcaría "un antes y un después" en el perímetro fronterizo ceutí.