MADRID 11 May. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Asuntos Exteriores de Dinamarca, Per Stig Moller, subrayó hoy la importancia de que "todos" los países del mundo "se suban al tren" para alcanzar un nuevo acuerdo del clima en la Conferencia de las Partes de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (COP-15), que se celebrará en Dinamarca el próximo mes de diciembre. "Si no llegamos (a un compromiso global) todo estará perdido. COP-15 es la fecha límite", aseguró el ministro danés en una conferencia pronunciada en el Club Español de la Energía.
Así, insistió en que el cambio climático "es un hecho" que además se empeora cada vez con mayor rapidez y en ese problema tienen gran responsabilidad la actividad humana y los combustibles fósiles y alertó de que el coste de la inacción demanda acción para mitigar el calentamiento global, para alcanzar soluciones globales para reducir las emisiones y para adaptarse a los efectos adversos del cambio climático. "Ese es el ambicioso objetivo" --dijo-- en Copenhague", indicó.
Per Stig Moller explicó que en la cita de diciembre los países se enfrentarán a "importantes" retos. El primero de ellos será llegar a un acuerdo global para reducir las emisiones de CO2 de forma "significativa" a medio y a largo plazo. En su opinión, en este punto son los países más industrializados los que deben mostrar el camino y convidar a importantes recortes. Si bien, señaló que esto no es "suficiente" por lo que habrá que establecer "incentivos justos" para todos los países con el fin de alcanzar un desarrollo bajo en carbono. "Los países desarrollados no pueden resolver los problemas solos. Sin embargo son ellos los que deben asumir el liderazgo", recalcó.
Además, recordó que se el cambio climático es un asunto de urgencia no solo para los más desarrollados, por lo que opinó que el acuerdo ha de proporcionar un marco de trabajo "sólido" para la adaptación al cambio climático.
En tercer lugar, el ministro estimó necesario transferir la tecnología de mitigación y adaptación a los países más pobres y en desarrollo, con el fin de facilitarles las herramientas , y aportarles recursos financieros adicionales para que tengan los medios de luchar contra el cambio climático, ya que éstos países son los que menos han causado el problema y los que más sufrirán sus efectos, algo que definió como "la paradoja injusta". "El cambio climático es un reto especialmente importante para los países en vías de desarrollo, por eso hay que negociar globalmente y no solo con las economías principales", apostilló.
En ese camino, opinó que la Unión Europea debe adoptar en junio un compromiso unificado y una posición conjunta para poder dar ejemplo al resto de los países en diciembre, aunque reconoció que lo "difícil" de esta primera negociación es "quién en la UE va a reducir cuánto y a qué coste". "Si no lo hacemos en junio, no nos van a creer", vaticinó.
El ministro de Asuntos Exteriores danés reconoció que España ha sido "un socio muy valioso" para llegar al "ambicioso" paquete de energía y clima en diciembre de 2008, cuando la UE llegó al compromiso de recortar las emisiones en un 30 por ciento en 2020 si en Copenhague se llega a un acuerdo mundial y, en su defecto, se mantendrá el objetivo de un 20 por ciento entre los Veintisiete.
Por otro lado, expresó que está "encantado" con los cambios y "señales positivas" en la administración estadounidense desde que Barack Obama llegó a la Presidencia porque ese país norteamericano será "un jugador clave" para alcanzar un acuerdo en diciembre. En ese sentido, también apeló al papel que jugarán las economías emergentes como China e India. "Tenemos que negociar globalmente y no solo las economías principales", reiteró.
Stig Moller manifestó que "el reto y el problema" es "especialmente importante" para África, porque la "urgencia del asunto" hace al continente más vulnerable a los impactos negativos. Por este motivo sugirió que el mundo tiene que "cambiar de mentalidad" y ofrecer soluciones necesarias y financiación para que ponerlas en práctica.
En cuanto a la colaboración de Dinamarca y España en materia de energías renovables destacó que los campos de cooperación discurren por la energía solar, la eólica, la biomasa y el etanol y la energía maremotriz.
Sobre la "innegable" relación entre la crisis económica y el cambio climático aseguró que un "nuevo acuerdo verde es un incentivo para la economía y un buen trato para el clima, porque no hay contradicción entre el crecimiento económico y las políticas climáticas efectivas".
MOMENTO DE CAMBIO DE MODELO
Por otro lado, la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, subrayó la "complejidad" de la respuesta a este problema global al mismo tiempo que la necesidad de superar la crisis y aseguró que el mundo y España están "en un momento de cambio de modelo" y por ello "no valen las soluciones parciales".
Así, auguró un "gran éxito" a la Conferencia de las Partes de Copenhague porque está "en buenas manos" a pesar de que en ella se abordará un reto "difícil". "Es un escenario complicado, pero por eso es necesaria una mayor flexibilidad. El nivel de intensidad en la negociación de Copenhague es extraordinario", remachó.
Finalmente, estimó necesario alcanzar dicho acuerdo por necesidad económica, por seguridad jurídica, por orientar a los inversores en sus estrategias a medio y largo plazo y por razones de equidad en el reparto de tareas y para proteger a los más desprotegidos ante el cambio climático que ellos no han causado.