MADRID 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las entidades de acción social de la Iglesia en España (Cáritas, CONFER y Justicia y Paz), integrantes de la red intraeclesial "Migrantes con Derechos" han condenado este miércoles las devoluciones sumarias a las que fueron sometidos los migrantes interceptados el pasado día 1 en el salto de la valla de Ceuta y han reclamado un cambio de modelo de gestión de las fronteras.
"Reiteramos nuestro rechazo a las devoluciones sumarias. Apelamos, en este sentido, al dictamen del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que ya en 2015 advirtió que la enmienda a la Ley de Extranjería aprobada en su día no avala las devoluciones automáticas, además de recordar el imperativo formulado para que España cumpla en esta materia sus obligaciones internacionales con el respeto a los derechos humano", destacan las organizaciones.
En un comunicado, expresan su "dolor por los sucesos ocurridos" en el perímetro fronterizo ceutí y afirman que "las medidas y actuaciones adoptadas en torno a la frontera únicamente consiguen incrementar aún más si cabe el sufrimiento, dolor y muerte de las personas migrantes y de los solicitantes de protección internacional".
"Crece nuestra impotencia ante las esperanzas truncadas de estas personas, que, en su penosa travesía de miles de kilómetros por el corazón de África, llevan a sus espaldas un largo historial de abusos, agresiones y precariedad extrema, mientras esperan la ocasión de llegar a Europa en busca de un futuro de dignidad y derechos para ellos y sus familias", dicen CONFER, Cáritas y Justicia y Paz en un comunicado conjunto.
Reivindican por ello "un modelo de gestión de fronteras que no se centre únicamente en temas de seguridad, sino que también se comprometa con el respeto a la vida, la integridad personal y los derechos humanos".
"Es urgente, por ello, que todos nos preguntemos qué es lo que está fallando a la hora de articular una política de fronteras basada en los principios humanitarios y capaz de garantizar vías de acceso seguras a las personas que huyen de la miseria y la violencia que asola sus países", señalan las entidades.
Asimismo, llaman "a la comunidad cristiana y a toda la ciudadanía" a "mantenerse alerta ante las causas de esta sangrante realidad humana y trabajar juntos para evitar esta inhumanidad del alambre, y para que su dolor y sufrimiento no se conviertan en una rutina deshumanizadora".
Por último, recuerdan la exhortación del Papa Francisco ante el Parlamento Europeo sobre este asunto: "Europa será capaz de hacer frente a las problemáticas asociadas a la inmigración si es capaz de proponer con claridad su propia identidad cultural y poner en práctica legislaciones adecuadas que permitan tutelar los derechos de los ciudadanos europeos y de garantizar al mismo tiempo la acogida a los inmigrantes", dijo el Pontífice.