MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El subsecretario de la sección dedicada a los migrantes y refugiados del Vaticano Fabio Baggio ha asegurado que la Iglesia católica dice "no" a "cualquier tipo" de centro de detención de migrantes y ha mostrado su apoyo a la Iglesia española en relación a la denuncia de Cáritas por el internamiento de migrantes en la cárcel aún por inaugurar de Archidona (Málaga).
"La Iglesia católica siempre ha sido muy clara con el tema de la detención administrativa diciendo 'no' a cualquier tipo de campo de detenciones que pueda existir, y no podemos no apoyar lo que la Iglesia Católica de España está llevando adelante con su propia campaña para que estos migrantes y refugiados sean tratados como seres humanos", ha indicado Baggio en una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de su visita a España.
Así se ha pronunciado al ser preguntado por la situación del medio millar de migrantes que han sido trasladados a la cárcel aún no inaugurada de Archidona (Málaga) por falta de capacidad en los Centros de Internamiento de Extranjeros, una decisión que ha sido denunciada por Cáritas porque considera que incumple la Ley de Extranjería, la cual establece el carácter no penitenciario de los centros de internamiento.
Baggio ha precisado que "lo que dice la ley hay que respetarlo" y ponerlo en práctica. En cualquier caso, ha añadido que, a veces, los cristianos también pueden opinar sobre leyes que piensan que son "injustas" para "que se modifiquen".
Fabio Baggio fue nombrado en diciembre de 2016, hace ahora un año, como uno de los subdelegados de la sección de migrantes y refugiados del nuevo dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral del Vaticano, junto al jesuita checo-canadiense Michael Czerny. Esta sección, que se encuentra bajo la dirección personal del Papa Francisco, abarca la atención a migrantes internos e internacionales, desplazados internos, solicitantes de asilo, refugiados y víctimas de trata.
Este departamento tiene la misión de asistir a las iglesias locales para que puedan dar una respuesta adecuada a los desafíos de las migraciones hoy y tiene una doble visión: la migración como una elección libre y como una forma de unir pueblos y construir sociedades multiculturales.
CRISIS DE SOLIDARIDAD
Si bien, Baggio lamenta que la crisis más grande que se está experimentando actualmente es "la crisis de solidaridad y de humanidad" con los "migrantes forzados que golpean las puertas y piden refugio", que se encuentran con "puertas cerradas y muros levantados". En todo caso, ha reconocido que la crisis económica que comenzó en 2008 "puso de rodillas a distintos países que hoy tendrían que responder de manera distinta".
Sobre el incumplimiento del cupo de refugiados que deberían haber acogido los Estados de la Unión Europea --en septiembre, cuando finalizó el plazo, habían acogido a un 27% de los 160.000 comprometidos--, Baggio considera que lo que ha fallado es "el esfuerzo común" y la ausencia de "solidaridad entre países" muchos de los cuales, según ha precisado, después van por el mundo "proclamando principios de solidaridad y democracia" pero que "en el momento de la prueba fallaron".
Para dar ejemplo en la acogida de refugiados, el Papa Francisco se llevó a la vuelta de su viaje a Lesbos a una docena ellos para que comenzaran una nueva vida en Italia, con la ayuda de la Comunidad de San Egidio y gracias a los pasillos humanitarios, unos corredores que en Italia han permitido la llegada segura de cerca de mil refugiados, y que la Iglesia española está intentando implantar en España. Si bien, falta que el Ejecutivo español dé el "sí" para su aplicación.
Baggio ha asegurado que estos pasillos humanitarios son "una muy buena idea" no solo porque se trata de "canales de migración regular que pueden sacar a los más vulnerables de áreas de conflicto, persecución y pobreza" sino también porque dan "una garantía enorme" de que los refugiados van a recibir cuidado, acompañamiento y van a ser integrados. "No constituye en absoluto una amenaza", ha subrayado.
Además, ha pedido a los políticos "que están muy preocupados por los votos" que ejerzan su responsabilidad de "tomar la decisión más correcta" aunque esta no sea la que les permita conseguir un mayor número de apoyos en las urnas. Al contrario, les ha instado a ver a los migrantes como una oportunidad.
En relación a la investigación de la CNN según la cual se están realizando en Libia subastas de migrantes como esclavos, Baggio ha lamentado que "la cultura del descarte", tal y como dice el Papa, "está dominando en este momento" y que "todo lo que atañe a la existencia humana se comercializa". Además, ha propuesto la creación de "observatorios especiales" que monitoricen determinadas situaciones porque "si se está violando la dignidad y los derechos de los migrantes habrá que hacer intervenciones".
PAÍSES QUE VENDEN ARMAS O SE APROVECHAN DE RECURSOS
Por otro lado, Baggio ha invitado a los ciudadanos a plantearse algunas preguntas subyacentes a estas crisis y que tienen que ver con la política y los gobiernos como, por ejemplo, de dónde vienen las armas que se utilizan en los conflictos, o cuáles son las grandes compañías que se aprovechan de los recursos de países de África, Asia o América Latina. Según puntualiza, a veces "no es tanto lo que se tiene que hacer sino lo que se tiene que dejar de hacer".
"Habría que preguntarse por qué tuvimos Afganistán, Irak, Pakistán, por qué tenemos Somalia, Siria, por qué tuvimos Libia. Hay que dar respuesta concreta, con respecto a responsabilidades que nacen no tanto de la época colonial, sino con nuevos colonialismos que se han instaurado a partir de relaciones internacionales que tienen un contagio interno de comercialización, hasta de la solidaridad", denuncia.
También ha puesto de relieve que no solo pueden atender a la situación en Europa, donde han llegado por el Mediterráneo casi 135.000 personas en 2017, sino que el Papa les llama a prestar atención asimismo a los cientos de miles de venezolanos que han emigrado a otros países de Sudamérica, a los que han salido de Centroamérica y México, a los que cruzan territorios en África, a los de los países del Este o a los rohingyas.
"Notamos que muchas veces se pone el foco en EE.UU. y Europa y nos olvidamos de otras situaciones. El mar Mediterráneo ha sido identificado como el cementerio más importante de los últimos tiempos hablando de migrantes, olvidándonos de otro cementerio, el desierto del Sáhara, que a lo mejor tuvo más víctimas, que fue un canal de civilización y de intercambio y se ha vuelto un canal de muerte", recuerda.