MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), Luis Suárez, ha advertido de que aunque España no vive un momento "especialmente intenso en seísmos", un terremoto destructivo podría llegar "próximamente, en un futuro no muy lejano".
Así, ha señalado a Europa Press que según las estadísticas, España registra un gran terremoto destructivo cada 70 años y que el último se produjo en 1884, siendo las zonas de mayor riesgo Andalucía y Murcia, dentro de que España se encuentra en una zona de actividad sísmica moderada.
Suárez ha recordado que las placas tectónicas que se localizan bajo la tierra están en continuo movimiento y que cuando colisionan dos placas se origina una falla, que libera gran cantidad de energía, produciendo un terremoto.
"Hoy todavía no disponemos de instrumentos para saber con precisión cuando se va a originar un terremoto por eso se recurre a la estadística histórica", ha añadido.
Así, el presidente de los geólogos ha precisado que el último terremoto de gran intensidad se produjo el 25 de diciembre de 1884 en Arenas del Rey (Granada), con una magnitud de entre 6,5 y 6,7 grados en la escala Richter. En aquella ocasión murieron 900 personas, 2.000 resultaron heridas y se destruyeron más de un millar de casas y desde entonces, según Suárez "casi todos los días se registran micro-terremotos en el sur peninsular pero ninguno relevante, ya que no suelen superar los 4 grados en la escala de Ritcher".
Por áreas, ha explicado que el sur de la Península Ibérica se encuentra sobre un área de subducción entre la placa Euroasiática y la placa Africana, estando en medio la placa del Mar de Alborán, concentrando el mayor índice de terremotos. Además, concretamente las zonas de mayor riesgo son las provincias de Málaga, Almería, Granada y Murcia aunque también en el Pirineo, entre Navarra y Huesca.
Por otro lado, ha indicado que el terremoto más importante acaecido en España se produjo en Torrevieja (Alicante) en 1829, que tuvo una intensidad de 6,9 grados en la escala Richter y dejó 400 muertos. En los últimos 600 años ha habido una decena de terremotos de gran magnitud en España.
En cualquier caso, si llega a producirse un seismo de estas características, Suárez considera que los daños son "inevitables", aunque considera que España podría afrontarlo "con garantías", ya que en los últimos años se han aplicado con rigor medidas antisísmicas en pilares, vigas y tabiques mediante armaduras más resistentes y refuerzos en la cimentación, y se ha hecho "especial hincapié" en aplicar normas sismorresistententes en las nuevas construcciones".