MADRID, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
El deterioro del medio ambiente pone en peligro los avances mundiales a favor de los más pobres, según se desprende del Informe sobre Desarrollo Humano de 2011, elaborado y publicado este miércoles por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Precisamente, la administradora del PNUD, Helen Clark, ha sido la encargada de presentar dicho trabajo este miércoles en Copenhague (Dinamarca), acompañada de la primera ministra del país, Helle Thorning-Schmidt, cuyo gobierno se ha comprometido a reducir las emisiones de dióxido de carbono en 40 por ciento en los próximos diez años.
Este trabajo muestra así los vínculos entre la desigualdad de género e ingresos y el deterioro del medio ambiente, al mismo tiempo que indica que los avances en los países más pobres del mundo podrían frenarse o retroceder si no se toman medidas decididas para frenar el cambio climático, evitar la degradación medioambiental y reducir las profundas desigualdades entre las naciones y al interior de ellas.
El informe, titulado 'Sostenibilidad y equidad: Un mejor futuro para todos', señala a su vez que para conseguir la sostenibilidad medioambiental de manera "más justa y eficaz" es necesario abordar las desigualdades en acceso a la salud, la educación, los ingresos y por razón de género, en conjunto con las medidas que se aplican en todo el mundo para impulsar la producción de energía y la protección de los ecosistemas.
En esta línea, apunta que, mientras la comunidad internacional se prepara para la histórica Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebrará en junio de 2012 en Río de Janeiro (Brasil), el informe subraya que, en el fondo, la sostenibilidad es básicamente un tema de justicia social, tanto para la actual generación como para las venideras.
"La sostenibilidad no es sólo, ni en primera instancia, un tema ambiental, como se argumenta tan convincentemente en este informe. Se trata, sobre todo, de la forma en que elegimos vivir nuestra vida, conscientes de que todo lo que hacemos tiene consecuencias para los 7.000 millones de habitantes del planeta, así como para los miles de millones que vendrán en los próximos siglos", dice Clark en el prólogo.
INDICE DE DESARROLLO HUMANO
Desde 1990, el PNUD ha encargado cada año la elaboración independiente de los Informes sobre Desarrollo Humano. En esa ocasión también se dio a conocer el 'Índice de Desarrollo Humano' (IDH), una medida compuesta de la situación de los países en materia de salud, educación e ingresos.
Este indicador cuestionó por primera vez las medidas del crecimiento nacional que se basan exclusivamente en criterios económicos y con ella, la institución hizo un llamado a medir periódicamente los avances mundiales en la calidad de vida de las personas.
Entre 1970 y 2010, las naciones que se ubicaban en el 25 por ciento inferior de la clasificación de países avanzaron en la escala del IDH en un notorio 82 por ciento, es decir, duplicaron el promedio mundial. El informe destaca que si en los próximos 40 años se mantuviera el ritmo de avance de las cuatro décadas anteriores, la gran mayoría de los países alcanzaría en 2050 un nivel de IDH igual o mejor del que disfrutan hoy los países que se ubican en el 25 por ciento superior de la clasificación.
Según apunta, esto supone un "adelanto extraordinario" en el desarrollo humano mundial en menos de un siglo. Sin embargo, advierte de que la creciente amenaza al medio ambiente mundial podría frenar abruptamente estas tendencias positivas hacia la mitad de este siglo.
Por ello, reitera que las personas que viven en los países más pobres corren un "riesgo desproporcionado" de sufrir por las catástrofes relacionadas con el clima, como sequías e inundaciones, así como por la exposición a la contaminación del aire y del agua.