Actualizado 17/01/2011 15:32

El 95% de los asesinos de mujeres acaban condenados y cumplen de media 18 años de cárcel

016   Ministerio de Igualda
MINISTERIO DE IGUALDAD

Desciende un 22 por ciento el número de crímenes en el ámbito conyugal

MADRID, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 95,5 por ciento de los hombres que asesinan a sus parejas o ex parejas acaban siendo condenados, cumplen de media 18 años de prisión y pagan indemnizaciones por responsabilidad civil por valor medio de 271.150 euros, según un estudio del Grupo de Expertos en Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el que ha colaborado el delegado del Gobierno en la materia, Miguel Lorente.

El trabajo, que analiza las 45 sentencias dictadas por los Tribunales del Jurado y las Audiencias Provinciales de toda España a lo largo de 2009, señala que 43 fueron condenatorias (el 95,5 por ciento) y, en las dos restantes, se estimó que concurría una circunstancia eximente completa de la responsabilidad criminal del acusado que derivó en internamientos psiquiátricos.

En el 91 por ciento de las sentencias los acusados fueron varones y en el nueve por ciento restante (cuatro sentencias), eran mujeres. "Por ello, se puede concluir, una vez más, que la gran mayoría de los homicidios y asesinatos ejecutados en el ámbito de la pareja o ex pareja son, en lo fundamental, violencia de género (hombre contra mujer), y el resto, una minoría, violencia doméstica (mujer contra hombre)", explica el informe.

La presidenta del Observatorio de Violencia de Género y Doméstica y vocal del CGPJ, Inmaculada Montalbán, ha destacado este hecho porque "evidencia que la mayoría de las víctimas mortales son mujeres que tienen o han tenido una relación de pareja con su agresor" con una cifra "muy similar a la de años anteriores" mientras que la violencia doméstica es "una minoría".

En cuanto a las penas, la de prisión es "la principal en todos los casos", con una media de 18 años de pena privativa de libertad en los asesinatos y de 12 en los homicidios. No obstante, el informe destaca "un incremento generalizado" de las penas accesorias, salvo las de inhabilitación absoluta y la de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad, que se impuso en dos casos. La de suspensión del régimen de visitas con los menores se ha impuesto en un solo caso. Sólo se había acordado otra vez en 2006.

Los expertos del CGPJ destacan también que en 14 de las 45 sentencias analizadas existían denuncias previas, lo que implica un aumento del seis por ciento respecto de 2008. No obstante, 19 sentencias refieren la existencia de agresiones o amenazas previas (42%) que no se habían denunciado, lo que supone un incremento de siete puntos en relación al anterior trabajo de campo.

DESCIENDEN LOS CRÍMENES ENTRE LOS MATRIMONIOS

En cuanto a la víctima y su verdugo, el trabajo indica que el 57 por ciento de los asesinos eran españoles y el 43 por ciento, extranjeros. En cuanto a las víctimas, cuya nacionalidad aparece en 40 de las 45 sentencias, la mayoría son españolas (67,5%), frente a un 32,5 por ciento que eran extranjeras.

En 14 de los 45 casos (31% del total), existía un vínculo matrimonial entre víctima y asesino, lo que supone un descenso del 22 por ciento de los supuestos en que existía una unión conyugal respecto del año anterior.

"En el estudio también se aprecia un incremento del número de agresores/victimas de nacionalidad extranjera, con el consiguiente descenso de casos entre parejas de nacionalidad española, algo que venimos observando de forma sistemática desde que iniciamos este tipo de estudios", ha añadido Montalbán.

En 20 crímenes (44%) la relación era de convivencia de hecho y en otros siete (16%) había un noviazgo. Además, en tres de los casos (7%) se había producido separación conyugal: en uno de ellos 10 años antes de la sentencia y en otro, el día anterior al homicidio. En un último caso, la relación era extramatrimonial, según explica el informe.

El informe analiza los mecanismos utilizados en el homicidio y destaca un descenso de casi el 39 por ciento en el uso de arma blanca respecto de 2008. En total, aparece en el 46,3 por ciento de los crímenes. Asimismo, indica que aumentó un 2,1 por ciento el uso de la estrangulación, que se empleó en el 4,8 por ciento de los crímenes. El arma de fuego apareció en el 7,3% de los casos; los traumatismos en un 9,3%; la precipitación en el 7,3% y el fuego en el 4,9%.

En cuanto a los mecanismos mixtos utilizados para acabar con las vidas de las mujeres, el estudio muestra que se han utilizado un total de 5 combinaciones de diferentes mecanismos simples, siendo los utilizados con más frecuencia la agresión por traumatismos (en un 37,5 por ciento) y la estrangulación (otro 37,5 por ciento).

Por último, el crimen tuvo lugar en el domicilio común en la mitad de los asesinatos, mientras que la casa de la víctima se convirtió en el lugar del crimen en nueve casos (20%) y la vivienda del autor, lo fue en tres casos (7%).

ATENUANTES Y AGRAVANTES

El estudio del CGPJ recoge que se han apreciado seis circunstancias que han atenuado la responsabilidad criminal del autor: la de confesión (en 14 sentencias, el 31%), la de actuar a causa de la adicción al alcohol o a las drogas (4 sentencias, un 9%) y la de reparación del daño (2 resoluciones, un 4%), así como las de arrebato, dilaciones indebidas y la de haber actuado concurriendo problemas con el control de la ira, estas tres últimas apreciadas en una sola sentencia (el 2%).

"Nuevamente se constata la falsedad del mito de que los asesinos de mujeres actúan, en su gran mayoría, bajo el influjo del alcohol y de las drogas, confirmando que la violencia de género es un atentado sin justificación de los derechos humanos de las víctimas", explican los expertos.

En cuanto a los agravantes, en las sentencias analizadas se aplicaron los de parentesco, (82% por ciento de los casos), el abuso de superioridad (7%) y la reincidencia, en un caso.

(EUROPA PRESS)