Actualizado 01/09/2008 20:35

Cinco mujeres fueron enterradas vivas en Pakistán hace varias semanas en los denominados 'crímenes de honor'

MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

Varios hombres armados obligaron hace varias semanas a cinco mujeres de la provincia paquistaní de Balochistán a salir de sus hogares, tras lo que las dispararon, hiriéndolas, y las enterraron vivas entre unos matorrales.

Según la Comisión de Derechos Humanos para Asia (AHRC), las cinco mujeres provenían de la aldea de Babakot, a unos 80 kilómetros de la ciudad de Usta Mohammad, la principal ciudad del distrito de Jaffarabad, en la provincia de Balochistan.

Tres de las mujeres eran adolescentes, y las otras dos eran madres. La AHRC afirmó que los animales salvajes despedazaron y devoraron varias partes de sus cuerpos.

Fueron asesinadas porque intentaron elegir por sí mismas para contraer matrimonio, un derecho legal disponible en Pakistán para todos los adultos, ya sean hombres o mujeres.

"No hay nada en el Derecho que pueda impedir que una mujer mayor de 18 años tome su propia decisión para contraer matrimonio. Esto lo decidió el Tribunal Supremo, y no hay ambigüedad sobre esto. Pero aún hoy, las mujeres continúan siendo asesinadas en nombre del honor de sus familias a la hora de tomar decisiones como éstas", declaró un abogado en la ciudad de Quetta.

De acuerdo con la Fundación Aurat, una ONG que opera en la ciudad de Lahore, al menos 90 mujeres fueron asesinadas en los denominados 'crímenes de honor' durante los tres primeros meses de este año. La misma ONG afirmó que en 2007 ocurrieron 400 muertes como éstas sólo en la provincia de Sindh.

La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Pakistán afirmó que hubo 636 'crímenes de honor' durante el año 2007. Su secretario general, I. A. Rehman, afirmó que "el número podría ser mayor, ya que no se informa de muchos casos".

EN NOMBRE DE LA TRADICIÓN

Los asesinatos en Balochistán han centrado la atención sobre los crímenes cometidos contra las mujeres en nombre de la 'tradición'. Yasmin Bibi, un senador, planteó el asunto en el Parlamento, arguyendo que "nuestra religión da a las mujeres el derecho de casarse libremente".

Pero otro senador de la provincia donde murieron estas cinco mujeres intentó defender los asesinatos como "costumbre tribal", lo que provocó indignación. "Es inaceptable. Es una de las funciones primordiales de las instituciones democráticas deshacerse de estas prácticas de la edad de piedra y asegurar los derechos, la vida y la propiedad de los ciudadanos, derechos que garantiza la Constitución", declaró un activista defensor de los Derechos Humanos, Iqbal Haider.

Por su parte, el Gobierno de Pakistán ha ordenado abrir una investigación, según informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA DIARIA

Las mujeres caen víctimas de la violencia y el abuso, hechos que se dan de forma diaria. La Fundación Aurat ha recogido 1.321 casos de violencia contra las mujeres durante los tres primeros meses de 2008.

Aparte de los 'crímenes de honor' --en los que las mujeres son asesinadas porque se percibe que han manchado el 'honor' de sus familias al elegir casarse con alguien de su elección, o por un comportamiento que su familia considera 'ilícito'--, esta violencia toma forma de costumbres en las que las mujeres pueden ser entregadas a grupos rivales para solucionar una disputa. Estas tradiciones se conocen como 'swara' o 'vani'.

Los matrimonios con menores de edad, en los que niñas de ocho o diez años de edad pueden ser casadas con un hombre mayor, también son conocidos.

"Necesitamos a alguien que mire hacia delante y haga el esfuerzo de cambiar estas tradiciones. Existen leyes, pero son ineficaces. Habrá más y más 'crímenes de honor' mientras los líderes tribales defiendan este tipo de prácticas", declaró el coordinador de 'Women's Action Forum', una ONG que defiende los derechos de las mujeres.

Los crímenes cometidos en nombre de la tradición tienen lugar casi diariamente. Esta semana, una mujer fue disparada por su marido mientras dormía, suceso que se produjo cerca de la ciudad de Sukkur, en la provincia de Sindh. El marido la disparó porque sospechaba que su mujer estaba manteniendo relaciones extramatrimoniales.

El temor a la tradición es una influencia poderosa en la vida de las mujeres. "Nunca permito a mi hija, de 17 años, salir de casa o volver del colegio sola. Si accidentalmente intercambia miradas con un hombre podría ser acusada de inmoral. Esto, en nuestra sociedad, podría significar la muerte para ella", afirmó Rabea Bibi, de 45 años, mientras esperaba a las puertas del colegio de Quetta para escoltar a su hija hasta casa.