Asegura que se aprovechó de su estado de embriaguez y le asestó dos puñaladas, una de ellas le atravesó el corazón
MADRID, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
La representante de la Fiscalía de Madrid ha solicitado que se condene a quince años de prisión a una mujer acusada de asesinar a su marido de dos puñaladas en el transcurso de una discusión debido al estado de embriaguez que presentaba la víctima el día de los hechos.
En la última sesión del juicio, la fiscal ha modificado su acusación respecto a María Mercedes J.M. al apreciar que concurre en el delito de homicidio del que se le acusa la agravante de abuso de superioridad en la conducta de la acusada al aprovecharse del estado de embriaguez de su pareja para cometer los hechos.
No obstante, la pena solicitada de forma inicial se mantiene en quince años de prisión por un delito de homicidio frente a los veinte años que pide la acusación particular por un delito asesinato.
En cambio, su defensa ha solicitado bien libre absolución o bien que se le aplique la atenuante de arrebato en la realización de le los hechos, la eximente incompleta por enajenación mental y las atenuantes de confesión y miedo insuperable.
"En un estado de derecho, no se puede permitir que cada uno se tome la Justicia por su mano. Si era una mujer maltratada, hay muchas herramientas que da el estado para denunciar", ha recalcado la fiscal.
En su informe, la fiscal ha destacado que la mujer lavó el cuerpo de sangre y volvió a vestir a la víctima, a quién dejó toda la noche en la terraza porque se fue a dormir. Además, ha destacado que la puñalada que le ocasionó la muerte fue la segunda, ya que le atravesó el corazón.
Asimismo, ha dicho que el apuñalamiento es imposible que se hubiera sido accidentado, tal y como sostiene la acusada. Según la fiscal, la intencionalidad de la acusada queda demostrada porque los dos cortes se produjeron en zonas vitales del cuerpo.
Por ello, se ha mostrado en contra de apreciar la atenuante de enajenación mental, puesto que no tenía ni un ápice alteradas sus capacidades de discernir acerca de lo que estaba haciendo. De igual modo, ha rechazado que se aprecie en la pena la confesión, puesto que a su juicio ha mantenido diferentes. versiones
En su declaración, la mujer aseguró que en el transcurso de una discusión cogió un cuchillo para defenderse y, al abalanzarse contra ella, se lo clavó él mismo, negando su autoría. Sin embargo, los forenses descartaron ayer que los hechos se hubieran producido de este modo.
Por otro lado, las psiquiatras indicaron que la mujer sufre un trastorno de personalidad, si bien han recalcado que ello no le impide distinguir lo que está bien de lo que está mal. Así, destacaron que estaba en pleno uso de sus capacidades cognitivas y volitivas.
Según el escrito de acusación, la procesada mantenía una relación sentimental con Ramón S.G. desde 2006, y en el 2008 comenzaron a convivir juntos en una casa propiedad del hombre en la localidad de Getafe. El día 5 de junio de 2010, sobre las 20 horas, Ramón S. G. regresó al domicilio algo bebido y María Mercedes J. M. le incriminó por ello.
Acto seguido la procesada se dirigió a la cocina para coger un cuchillo y, aunque el hombre le agarró el brazo para intentar pararla, María Mercedes consiguió clavarle el cuchillo en el pecho, causándole una herida de 1 centímetro, pero fue la segunda puñalada que asestó la que provocó una herida mortal al seccionar la arteria aorta. El hombre consiguió llegar hasta el cuarto de baño, donde murió a causa de la última puñalada.
Tras la muerte de su pareja, María Mercedes desnudó, lavó y volvió a vestir con ropa limpia el cadáver. Acto seguido se deshizo de la ropa manchada de sangre y trasladó el cuerpo de Ramón S. G. hasta la terraza de la vivienda.
Ahí lo colocó en posición sedente sobre una caja de cartón y apoyado en la pared. El cadáver permaneció allí toda la noche y ya en la mañana siguiente, sobre las 08.18 horas, Mercedes avisó al Servicio de Emergencias 112 para que acudieran al domicilio