LONDRES, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno británico anunció este jueves que antes de mayo del próximo año entrará en vigor una nueva ley por la cual los niños no podrán permanecer en centros de expulsión de inmigrantes, una de las promesas planteadas en la última campaña electoral por los liberaldemócratas del viceprimer ministro, Nick Clegg.
En este sentido, el 'número dos' del Ejecutivo anunció el cierre, "con efecto inmediato", de la unidad familiar del centro Yarl's Wood, en el condado inglés de Berfordshire, así como la detención de menores de edad inmigrantes en Tisnley House "antes del 11 de mayo".
El 11 de mayo de 2011 precisamente se cumplirá un año del acuerdo de gobierno firmado entre el Partido Conservador y el Liberaldemócrata, que ha visto cómo su popularidad ha descendido a medida que el Ejecutivo adoptaba decisiones difíciles. La formación de Clegg se enfrenta ahora a las críticas de quienes le acusan de hipócrita por respaldar el aumento de las tasas universitarias.
"En marzo, un proceso totalmente nuevo para las familias en el sistema de inmigración estará en marcha", explicó Clegg, y tachó de "vergonzoso" el actual sistema.
Según la nueva ley, la Agencia de Fronteras gestionará una repatriación "digna" y progresiva de las familias. Como último recurso, para las familias que no quieran abandonar voluntariamente Reino Unido, se plantea una estancia máxima de 72 horas en unas instalaciones independientes --previsiblemente gestionadas por organizaciones humanitarias-- previas a la partida. Clegg aclaró que esta medida sólo afectará a "un número reducido" de niños.
DATOS
En los últimos cinco años de Gobierno laborista, fueron detenidos en centros de expulsión "una media de casi siete niños" al día, según datos de los liberaldemócratas.
Entre 2005 y 2010 un total de 7.075 menores permanecieron encerrados una media de 13 días. De esta cantidad, 1.065 fueron detenidos en el último año y 163 de ellos vivieron en estos centros "durante más de un mes".
El Ministerio del Interior calcula que, desde el pasado mes de junio, han sido arrestadas alrededor de unas 50 familias, frente a las 300 del mismo periodo de 2009.
Clegg destacó durante su anuncio que esta reforma marca un hito en el sistema británico y antepone "la protección de los niños a la paranoia por nuestras fronteras". "Nuestras reformas desarrollarán un acercamiento a las familias compasivo y humano, al tiempo que mantiene la integridad de nuestro sistema", subrayó, en declaraciones recogidas por 'The Guardian'.