Cuidadores, médicos y farmacéuticos consensuan por primera vez unos manuales multidisciplinares para mejorar el manejo del paciente
MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
El 75 por ciento de los médicos de Atención Primaria tienen menos de 10 minutos para evaluar un deterioro cognitivo en sus consultas y, en el caso de los neurólogos, el 82 por ciento dispone de menos de media hora en una primera consulta, en ambos casos un tiempo insuficiente para lograr un correcto manejo de la enfermedad de Alzheimer.
Así se desprende de los resultados del primer 'Barómetro del cuidado del paciente con Alzheimer en España' del proyecto kNOW Alzheimer presentados este martes en un encuentro informativo de Europa Press. "Es imposible valorar un deterioro cognitivo así, ni en los 10 minutos que tiene un médico de Atención Primaria ni en los 30 que tiene un especialista", ha lamentado el neurólogo Pablo Martínez-Lage, coordinador del proyecto.
Dicho barómetro, elaborado con el apoyo del laboratorio STADA, ha incluido una encuesta a cerca de 1.700 personas --entre neurólogos, médicos de Atención Primaria, geriatras, farmacéuticos, cuidadores y familiares-- con el objetivo de conocer las actitudes, los conocimientos y las necesidades de los colectivos que participan en el manejo del paciente con enfermedad de Alzheimer.
El objetivo, ha resaltado Martínez-Lage, era ofrecer "por primera vez" un retrato actualizado y multidisciplinar del estado del manejo de esta enfermedad, que afecta ya a uno de cada diez hogares españoles y cuya incidencia está previsto que se duplique en los próximos años como consecuencia del progresivo envejecimiento de la población.
Para su diagnóstico precoz y adecuado tratamiento es necesario que los médicos tengan tiempo en sus consultas para atender adecuadamente las necesidades de pacientes y cuidadores, algo de lo que actualmente carecen, según ha reconocido este experto.
En el caso de la Atención Primaria, ha explicado el coordinador de kNOW Alzheimer, es necesario utilizar herramientas para detectar un deterioro cognitivo, pero para aplicarlas se necesitan 7 minutos, de ahí que los 10 minutos con que cuentan la mayoría para ver a sus pacientes sea insuficientes.
"Y hay síntomas que la gente no cuenta espontáneamente y por los que hay que preguntar", reconoce Martínez-Lage, que también lamenta que con el tiempo que disponen los médicos de familia es complicado en muchos casos informar como deben a los cuidadores. "¿Como vamos a dar buena información a la familia con esos tiempos de consulta?", se ha preguntado.
De igual modo, los datos del barómetro también muestra la necesidad de ampliar los tiempos de consulta del médicos especialista, ya que en la actualidad "no se puede informar ni hacer una historia clínica en las mejores condiciones".
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO TARDÍO
El problema de todo ello, apunta este experto, es que esta falta de tiempo hace que el Alzheimer "se diagnostique y se trate tarde". De hecho, los datos del Barómetro muestran que el tiempo transcurrido entre la detección de los primeros síntomas y la primera visita suele ser de un año de media.
"Al neurólogo le suele llegar bastante tarde el enfermo", ha lamentado el presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Jerónimo Sancho, lo que hace que haya un porcentaje de pacientes que cuando acuden a sus consultas ya llegan con una demencia franca.
El problema de todo ello, apuntan, es que esto repercute en el pronóstico que tendrán estos pacientes, ya que la eficacia de los tratamientos ha demostrado estar estrechamente relacionada con el punto de evolución de la enfermedad.
Por otro lado, en el estudio todos los colectivos encuestados resaltan la necesidad de obtener formación más específica en áreas como el diagnóstico, pronóstico, tratamiento farmacológico y recursos para el cuidado del paciente. Prueba de ello es que el 60 por ciento de los cuidadores y familiares reconocieron no haber recibido suficiente información sobre la enfermedad de Alzheimer.
Los profesionales también defienden la importancia de continuar investigando en el desarrollo de nuevos fármacos que mejoren la calidad de vida de estos pacientes y permitan retrasar el deterioro cognitivo que padecen.
LOS FÁRMACOS APORTAN BENEFICIOS
Prueba de ello es que, según el Barómetro, la mayor parte de los médicos de familia perciben que los fármacos aportan beneficio mientras que el 53 por ciento de los especialistas consideran que logran estabilizar transitoriamente los síntomas de la enfermedad.
Además, un 94 por ciento aplican la terapia combinada con inhibidores de colinesterasa y memantina en algún momento de la evolución y existe una apuesta "tajante" por la estimulación cognitiva.
En este punto, la directora general de STADA, Mar Fábregas, ha destacado la importancia para el avance y la mejora de la atención del paciente con Alzheimer que tendrá la llegada de los medicamentos genéricos, "con la misma eficacia y seguridad y un coste sustancialmente inferior que el que tenía en su momento el medicamento protegido por la patente".
De hecho, el lanzamiento al mercado de cuatro genéricos de este laboratorio permitirá al sistema sanitario español "un ahorro de más de 150 millones de euros anuales".