MADRID, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este viernes el alto riesgo que corren las mujeres en los campamentos de refugiados de Somalia de sufrir violaciones y abusos sexuales y la desprotección a la que se enfrentan ante las autoridades motivada por la desconfianza y el temor de acabar siendo estigmatizadas.
Miles de mujeres somalíes se han visto obligadas a huir de sus hogares como consecuencia del conflicto armado y de las sequías periódicas que asolan el país. En los campamentos en los que se alojan, "fabricados con trapos y plásticos", las refugiadas se enfrentan no sólo al "trauma adicional de vivir bajo amenaza de agresión sexual", según explica la asesora general de AI para situaciones de crisis, Donatella Rovera, sino también a la falta de seguridad.
AI acusa al "desgobierno" de la situación de inseguridad a la que se enfrentan las mujeres víctimas de violaciones, que "no denuncian a la Policía por miedo a sentirse estigmatizadas". Los investigadores de Amnistía se han entrevistado con decenas de mujeres y niñas, muchas de ellas víctimas de violaciones. Algunas de ellas han asegurado que aunque interpongan una denuncia a la Policía, "ésta no investiga nada".
A pesar de la frecuencia de delitos sexuales, la Policía somalí cuenta con muy pocas mujeres entre sus filas que puedan ocuparse de los casos de violencia sexual. AI ha denunciado esta desprotección, que provoca que las supervivientes de los abusos sean objeto de nuevas agresiones después de haber intentado interponer las denuncias.
IMPUNIDAD
Rovera ha asegurado que la impunidad de que disfrutan los agresores contribuye a que se den más casos de abusos. AI ha instado a las autoridades a tomar "medidas concretas" para transmitir a las mujeres somalíes que "la violencia sexual no puede tolerarse".
Según datos de Naciones Unidas, Somalia fue escenario de al menos 1.700 casos de violación en campamentos de refugiados internos en 2012, al menos un 70 por ciento de los casos fueron llevados a cabo por hombres armados y vestidos con uniformes del Gobierno. Según estos datos, casi un tercio de las supervivientes eran menores de edad. Amnistía asegura que aunque las condiciones de seguridad han mejorado en Somalia, todavía hay más de un millón de personas desplazadas.