Actualizado 05/11/2015 19:12

La ausencia de lluvias deja sin comida a miles de familias en Guatemala

Niño Guatemala
EUROPA PRESS

JOCOTÁN (GUATEMALA), 5 Nov. (De la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Ramírez) -

   La ausencia de lluvias durante el invierno en Guatemala ha dejado sin cosecha y, por tanto, sin alimentos, a miles de familias provocando una crisis que ha obligado a los hombres a emigrar a las plantaciones cafeteras para sostener la economía del hogar.

   Por este motivo, algunos de sus habitantes denuncian "el olvido" al que les tiene abocados el Gobierno, como lamenta Fidelia, de 55 años, que junto a dos vecinas ha llegado hasta el caserío de Morrito tras una hora y media caminando desde su comunidad, Conacaste, por un camino pedregoso y serpenteante a través de la montaña.

   Las consecuencias de la sequía también las ha sufrido Gilberto, que hace unos años ya tuvo que elegir entre seguir con sus estudios o ponerse a trabajar para permitir que su hermana pequeña continuase con los suyos. Este año se iba a apuntar al programa de educación a distancia que el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica desarrolla en su comunidad, Morrito, pero la sequía le ha obligado a marcharse a una plantación de café para ganarse el jornal y ayudar así a su familia.

   Su madre, Elena, tiene claro que quiere para sus hijos la educación que ella no pudo tener y, por eso, anima a su hijo a no perder la esperanza de poder seguir estudiando tal y como lo ha hecho su hermana. "Yo no pude estudiar y tenía el sueño de tener una hija graduada", asegura.

   Su hija, María Elena, es la única maestra de la comunidad y trabaja como orientadora del programa de educación a distancia --que pretende enseñar a través de la radio o la televisión, cuando estos medios lleguen a la aldea--. Si bien, ella no es el único ejemplo de que en Morrito, a diferencia de en muchos hogares guatemaltecos, quien manda es la mujer, como pone de manifiesto Elida Suchite, la presidenta de esta aldea y única mujer que ostenta este cargo en toda la región 8.

   Precisamente, en esta zona es donde la asociación Mejorha desarrolla algunos proyectos con el apoyo de la ONG española Manos Unidas, como la instalación de cocinas con estufa en 300 hogares como el de Ada, que cuenta cómo a su hijo más pequeño, Samuel, con una enfermedad en los pulmones, le ha cambiado la vida.

   Mientras Ada prepara la comida, una docena de mujeres se congrega en otra estancia de la casa para recibir al grupo de periodistas que acompaña a la presidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez, en un viaje al país para visitar los proyectos que financia la organización.

   Las mujeres, que forman parte de un grupo de 300 futuras educadoras, comentan una dinámica que hicieron hace unos días en la que debían dibujar una muñeca y proyectar sobre ella su propia historia.

"Una vez tuvimos que hacer una muñeca y luego tuvimos que contar cómo éramos de niñas. Eran historias alegres y tristes. A mi no me dieron la oportunidad de estudiar", recuerda Carmen.

   La asociación Mejorha también apoya otros proyectos como uno de saneamiento de agua en Ojo de Agua Escondido, a través de la instalación de duchas, pilas para lavar la ropa y retretes aprovechando los sistemas de canalización instalados por los padres belgas hace 20 años y que ahora ya necesitan "remaches". "Antes teníamos que ir a los matochos a hacer nuestras necesidades e ir a llenar cántaros de barro para ducharnos", cuenta Adán.

   Este vecino de la comunidad cuenta que la ayuda del Gobierno "no llega", sólo a las aldeas "simpatizantes" del partido de turno. Frente a esta situación, Adán pide al nuevo presidente que trabaje por el desarrollo de las comunidades y al alcalde, una ampliación del regadío así como la mejora de las viviendas.

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