Actualizado 28/03/2011 10:05

El defensor de los Derechos Humanos Alejandro Solalinde ofrece este lunes una charla en Las Palmas de Gran Canaria

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA 28 Mar. (EUROPA PRESS) -

El lunes 28 de marzo de 2011 el reconocido defensor de los Derechos Humanos, el Padre Solalinde Guerra, aterrizará en Gran Canaria para ofrecer una charla a las 19.00 en el Club La Provincia, informó Amnistía Internacional en un comunicado.

El padre Alejandro Solalinde Guerra es un sacerdote católico mexicano que ha dedicado su vida a ofrecer un lugar seguro a las personas migrantes, alejado de las bandas de delincuentes que los explotan y abusan de ellos.

A causa de su trabajo, el padre Solalinde ha sido objeto de continuas amenazas e intimidación por parte de funcionarios y bandas locales. Su vida corre peligro. Ahora aterriza en Gran Canaria para dar a conocer su historia.

Además, es el coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana Pacífico Sur del Episcopado Mexicano y director de un refugio para migrantes en Ciudad Ixtepec, en el estado de Oaxaca, que se creó para ofrecer asistencia humanitaria a las personas migrantes que necesitan un lugar donde descansar y recuperarse del viaje.

Cada año, miles de personas cruzan México como migrantes en situación irregular. Llevan consigo la esperanza de una nueva vida en Estados Unidos y huyen de la inseguridad y la absoluta miseria que dejan en sus países. Pero el viaje es duro y peligroso.

"El mayor desafío que tengo que superar es el de la intimidación, el acoso y la falta de respeto constantes de personas que no quieren que lleve a cabo mi labor de ayuda a los migrantes. Muchas autoridades locales, bandas de delincuentes y traficantes de droga quieren librarse de los defensores de los derechos humanos; piensan que somos un obstáculo, porque no tienen valores firmes ni entienden la fe y los derechos humanos. A pesar de todos sus esfuerzos para impedirnos llevar a cabo nuestro trabajo, debemos continuar", dijo en declaraciones a Amnistía Internacional.

También ha viajado en la red de trenes de mercancías utilizada por las personas migrantes que se dirigen a la frontera norte mexicana, porque afirma que era la única manera de conocer los horrores a los que se enfrentan en su viaje.

El 26 de febrero de 2007 creó el refugio para migrantes de Ciudad Ixtepec, cerca de las vías de ferrocarril por las que viajan las personas procedentes de Centroamérica. Más de 400 migrantes durmieron en el refugio la primera noche, y el flujo de personas ha sido constante desde entonces.

Esta muestra de solidaridad con las personas migrantes ha provocado ataques y hostigamiento por parte de miembros xenófobos de comunidades locales, alentados a menudo por bandas de delincuentes y autoridades locales. El padre Solalinde ha sido objeto de constantes amenazas e intimidación, y las autoridades apenas han hecho nada para protegerlo ni han investigado las amenazas que ha recibido.