WASHINGTON, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) denunció hoy el caso de Naama Asfari, un activista saharaui de los Derechos Humanos condenado el 27 de agosto a cuatro meses de prisión por "desacato a un agente público", como ejemplo de los castigos impuestos por las autoridades marroquíes a activistas pacíficos favorables a la independencia del Sáhara Occidental.
El Tribunal de Primera Instancia de Tan Tan condenó a Asfari a cuatro meses de prisión y su primo, Alí Roubiou, que le acompañaba en el momento del incidente juzgado, también fue condenado a una pena de dos meses de prisión, que quedó en suspenso. Esta es la tercera condena de Asfari en los tres últimos años.
"Las autoridades marroquíes siguen utilizando nuevas excusas para encerrar a Asfari, pero parece que lo que está detrás de todo es su activismo pacífico en pro del Sáhara Occidental", indicó la directora para Oriente Próximo y el Norte de África de HRW, Sarah Leah Whitson.
Asfari fue detenido en un control policial el pasado 14 de agosto a las afueras de la ciudad de Tan Tan (sur de Marruecos) tras una discusión que comenzó cuando un policía le ordenó que se quitara una bandera de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) de su llavero. El agente le dijo que se quitara "esa cosa", a lo que Asfari respondió apuntando a la bandera marroquí del uniforme del policía y pidiéndole que se quitara "esa cosa".
Tras la discusión subsiguiente, el policía pidió refuerzos y Asfari y su primo fueron detenidos. Asfari asegura que los agentes le tiraron al suelo, le dieron patadas y le rompieron las gafas. Roubiou también asegura haber sido golpeado.
"No se cuestiona que un acto rutinario llevó a una grave discusión. Pero teniendo en cuenta la confrontación por una bandera de un llavero y la apresurada condena de cuatro meses de cárcel, la cadena de sucesos apuntan a que el activismo prosaharaui de Naama Asfari le ha llevado de nuevo a prisión", dijo Whitson.
Una vez en prisión preventiva, enseñaron a Asfari una declaración en la que reconocía haber insultado y agredido a los policías durante su detención. Asfari se negó a firmarla, pese a lo cual fue presentada como prueba en el juicio, y aseguró ante el tribunal que fueron los agentes quienes le atacaron. La versión policial también omite el incidente de la bandera de la RASD, motivo del inicio de la discusión. El llavero con la bandera de la RASD tampoco le fue devuelto con el resto de sus objetos personales.
Según HRW, el tribunal no realizó una investigación real del incidente y emitió su sentencia apenas 30 minutos después del juicio, que duró tres horas.
El juicio se desarrolló bajo estrictas medidas de seguridad, aunque se permitió la asistencia de observadores extranjeros. Además, la Policía marroquí impidió a varios activistas saharauis desplazados desde El Aaiún con motivo del juicio asistir al mismo y les mantuvo bajo custodia todo el día para después ponerles en libertad sin cargos.
Hoy lunes, Asfari aseguró a HRW que la Policía vigila abiertamente la casa de su padre en Tan Tan, donde algunos de los observadores extranjeros pasaron la noche.
En 2007 Asfari ya fue condenado a una pena suspendida de dos meses de prisión y en 2008 pasó dos meses en la cárcel, en ambos casos por cargos penales que parecen presentados por las autoridades para castigar a Asfari por sus actividades políticas.
Asfari es copresidente del Comité para el Respeto de las Libertades y de los Derechos humanos en el Sáhara Occidental (CORESLO), un grupo con sede en París, y viaja con frecuencia a Marruecos al Sáhara Occidental ocupado acompañando a delegaciones extranjeras que se interesan por la situación de los saharauis. Su última detención se produjo durante una de estas misiones de acompañamiento.