China se mantiene a la cabeza, con miles de ejecutados, mientras que en el resto del mundo hubo 778 ejecuciones
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El número de ejecuciones registradas en 2013 aumentó en un 15 por ciento en 2013 impulsado por la "alarmante" cifra de penas capitales aplicadas en Irak e Irán y en contra de la tendencia mundial de los últimos años a abolir la pena de muerte, según el último informe anual de Amnistía Internacional sobre esta cuestión.
El "alarmante número de ejecuciones" realizadas en un grupo aislado de países, principalmente en Irak e Irán, supuso que fueran ejecutadas cerca de 100 personas más que el año anterior en todo el mundo, lo que representa un aumento de casi el 15 por ciento, ha destacado la ONG, que sigue situando a China a la cabeza.
Las al menos 369 ejecuciones en Irán y las 169 en Irak les sitúan en segundo y tercer lugar en la clasificación por detrás del gigante asiático, donde aunque el número de ejecuciones se mantiene en secreto, Amnistía Internacional cree que son miles los ejecutados cada año.
Por detrás de estos dos países, se sitúan Arabia Saudí, con 79, y Estados Unidos, con 39, seguidos de Somalia, donde hubo 34 ejecuciones. Según la ONG, si se excluye a China, hay constancia de al menos 778 ejecuciones en 2013, frente a las 682 de 2012.
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"Los auténticos festines de muerte registrados en Irán e Irak han sido una vergüenza. Pero los Estados que se aferran a la pena de muerte se ubican a contracorriente de la historia y, de hecho, están cada vez más aislados", ha defendido el secretario general de AI, Salil Shetty.
"Sólo un pequeño número de países llevaron a cabo la gran mayoría de esos absurdos homicidios patrocinados por el Estado. No pueden invertir los avances generales ya realizados hacia la abolición", ha resaltado. Según los datos de AI, en 2013 un total de 22 países realizaron ejecuciones, uno más que el año anterior, después de que Indonesia, Kuwait, Nigeria y Vietnam reanudaran el uso de la pena de muerte.
REDUCCIÓN EN LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS
Pese a estos datos negativos, Amnistía ha resaltado que en los últimos 20 años ha habido una reducción constante del número de países que utilizan la pena de muerte, y el año pasado se produjeron avances en todas la regiones.
Así, muchos países que habían ejecutado en 2012 no aplicaron ninguna condena de muerte el año pasado, entre ellos Gambia, Emiratos Árabes Unidos y Pakistán, donde las autoridades suspendieron de nuevo el uso de la pena capital. Bielorrusia tampoco ejecutó a nadie, con lo que Europa y Asia central se convirtieron en una región sin ejecuciones por primera vez desde 2009, ha resaltado la ONG.
Hace 20 años la pena de muerte se aplicaba activamente en 37 países, cifra que se redujo a 25 en 2004 y a 22 el año pasado, mientras que sólo nueve países del mundo han ejecutado todos los años durante los cinco últimos.
"La tendencia a largo plazo es clara: la pena de muerte está empezando a ser algo del pasado. No obstante, instamos a todos los gobiernos que matan todavía en nombre de la justicia a que impongan de inmediato una moratoria de la pena de muerte con miras a abolirla", ha reclamado Salil Shetty.
Entre los métodos de ejecución utilizados en 2013 figuraron la decapitación, la electrocución, el fusilamiento, la horca y la inyección letal, mientras que en algunos países como Arabia Saudí, Corea del Norte, Irán y Somalia, hubo ejecuciones públicas.
Además, se ha aplicado la pena capital por diversos delitos no mortales, como el robo, los delitos de drogas y económicos y actos que no deberían ser en absoluto delito, como el "adulterio" y la "blasfemia", ha lamentad la ONG, incidiendo en que muchos países utilizan la imprecisa denominación de "delitos políticos" para condenar a muerte a disidentes o presuntos disidentes.
POR REGIONES
Arabia Saudí, Irak e Irán fueron responsables del al menos el 80 por ciento de las ejecuciones llevadas a cabo en el mundo, excluida China. En Irak, al menos 169 personas fueron ejecutadas, un aumento de casi un tercio con respecto al año anterior y la gran mayoría tras haber sido declaradas culpables en aplicación de imprecisas leyes antiterroristas.
En Irán, las autoridades reconocieron oficialmente al menos 369 ejecuciones, pero fuentes fidedignas consultadas por AI asegura que hubo cientos más en secreto, por lo que la cifra total fue de más de 700. En el caso de Arabia Saudí, entre los 79 ejecutados hubo por primera vez en tres años, Arabia Saudí ejecutó a tres personas que eran menores de edad en el momento de su presunto delito, "lo que constituye una violación del derecho internacional".
En el África subsahariana sólo hubo ejecuciones en cinco países: Botsuana, Nigeria, Somalia, Sudán y Sudán del Sur. Entre Nigeria, Somalia y Sudán sumaron más del 90 por ciento de las ejecuciones de la región. En el caso de Somalia, se pasó de seis en 2012, a al menos 34 el año pasado.
En Nigeria fueron ahorcados cuatro hombres, siendo sus ejecuciones las primeras llevadas a cabo en el país en siete años. Por contra, otros países como Benín, Ghana y Sierra Leona, tomaron medidas significativas para poner fin a la pena de muerte, bien revisando la Constitución o presentando propuestas de reforma del Código Penal para abolir la pena capital.
En América, Estados Unidos fue una vez más el único país que llevó a cabo ejecuciones, aunque cuatro menos que en 2012. El estado de Texas fue responsable del 41 por ciento de todas las ejecuciones, mientras que Maryland se convirtió en el décimo octavo estado que procedía a abolir la pena capital.
En cuanto a Asia, Vietnam e Indonesia reanudaron las ejecuciones el año pasado. En el caso de Indonesia, la ejecución de cinco hombres, dos de ellos por tráfico de drogas, fueron las primeras en cuatro años. En China, Amnistía ha resaltado que, pese a llevar a el mayor número de ejecuciones, hubo señales de progreso, "aunque limitadas", como la introducción de nuevas medidas jurídicas de protección en los casos de pena de muerte y el anuncio por parte del Tribunal Supremo del fin de la práctica de la extracción de órganos a personas ejecutadas.
Por último, Amnistía ha celebrado que "por primera vez desde 2009 no hubo ninguna ejecución en la región de Europa y Asia Central". El único país aferrado aún a la pena de muerte es Bielorrusia, pero no la aplicó a nadie en 2013, ha precisado.
En otro orden de cosas, la organización ha resaltado que Pablo Ibar es el único español condenado a muerte en el mundo. De doble nacionalidad, estadounidense y española, Ibar fue condenado a muerte en el año 2000 en Estados Unidos, y desde entonces está en el corredor de la muerte de la penitenciaría de Starke, en Florida.
El próximo 8 de abril, la defensa de Pablo Ibar, que ha defendido en todo momento su inocencia, presentará un recurso ante el Tribunal Supremo de Florida contra el fallo judicial, de febrero de 2012, que rechazó la repetición del juicio en el que fue condenado a muerte.