La reducción de emisiones de CO2 debe conseguir que la temperatura media del planeta suba por debajo de los 2 grados centígrados en 2050
MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
La 20 Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se reúne desde la pasada semana en Lima (Perú) busca establecer las bases necesarias para que el próximo año, en la COP21 que tendrá lugar en París (Francia), pueda alcanzarse un acuerdo vinculante de reducción de emisiones de gases efecto invernadero que generan el cambio climático. A partir del próximo martes 9 de diciembre, arranca el tramo ministerial.
Por eso, la ministra de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), Isabel García Tejerina, viajará el mismo martes a la capital peruana para unirse al secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos de Armas, y a la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Susana Magro, que viajan este mismo domingo a Perú.
Durante la semana previa, las delegaciones de los 192 países que forman parte de la convención siguen intentando limar las aristas para facilitar que en el tramo más político de la Conferencia pueda alcanzarse un documento base (que, según las normas de la Convención debe aprobarse por unanimidad de todas las delegaciones) para que en 2015 pueda adoptarse un acuerdo jurídicamente vinculante con contribuciones de reducción de emisiones por países, que sean transparentes, comprobables y comparables entre todos.
EL SUSTITUTO DE KYOTO
Este nuevo acuerdo sustituirá al Protocolo de Kyoto, que sólo ratificaron los países responsables del 15 por ciento de las emisiones de CO2 al planeta. El objetivo es ahora conseguir que el futuro convenio sea suscrito por los países responsables del 85 por ciento de los gases de efecto invernadero para que las reducciones permitan un aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2 grados centígrados en 2050.
Las delegaciones llegan a Lima tras los anuncios de Estados Unidos y China de contribuciones a la reducción de emisiones y a la expectativa de qué postura van a adoptar países emergentes como Brasil e India, pero los anuncios deben convertirse en compromisos por escrito y el documento final de la COP20 tiene que ser aprobado en el plenario por unanimidad de las 192 naciones.
Además, otro aspecto importante de las negociaciones es la financiación. Por un lado, para que los países en desarrollo hagan frente a la adaptación a las consecuencias del cambio climático y, por el otro, para que los países de Caribe, Pacífico y Filipinas hagan sufraguen los efectos de fenómenos climatológicos extremos que consideran que son debidos al calentamiento global. Por el momento, los compromisos de contribución de los diferentes países al Fondo Verde del Clima ascienden a 9.700 millones de dólares.
Ramos de Armas ha explicado esta semana, antes de partir a Lima. que cree que será "positivo" para el éxito en París que en la COP20 de Lima no surjan "plataformas" que fijen objetivos más allá de 2015. En este sentido, ha subrayado que para que la cita en Francia pueda considerarse con posibilidades de éxito es necesario que ahora en Lima se fijen las líneas básicas del acuerdo con objetivos de reducción vinculantes, verificables y comparables por países.
EL FRACASO DE COPENHAGUE
Todavía permanece en el recuerdo el fracaso de la Cumbre de Copenhague de 2009, cuando los jefes de Estado y de Gobierno acudieron a suscribir este mismo acuerdo y tuvieron que marcharse sin poder realizar la 'foto de familia' por el fallo de las negociaciones. El político español cree que se ha aprendido de aquella fallida experiencia y que, en todo caso, los mandatarios sólo deben estar en París para firmar el acuerdo una vez se haya cerrado efectivamente.
España llega a Lima con los compromisos adquiridos por la UE en bloque de una reducción del 40 por ciento de sus emisiones en 2030. Además, España ha anunciado una aportación de 120 millones de euros al Fondo Verde del Clima y aporta también su papel de intermediador con los países iberoamericanos, según Ramos de Armas.
El país también está a la espera de que la ONU ratifique su cumplimiento del primer periodo del Protocolo de Kyoto (2008-2012). Ramos de Armas ha apuntado también que, respecto al segundo periodo (2013-2020), en el que se ha comprometido a reducir las emisiones un 20 por ciento, España ya registra una reducción en torno al 16 por ciento.