Actualizado 28/09/2012 15:59

España, tras Italia, el país de la UE que más permisos de residencia concedió a menores no acompañados en 2011

Bruselas pide a los gobiernos europeos más esfuerzos para mejorar los centros de acogida y la protección de estos menores

BRUSELAS, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -

España fue el segundo país que más permisos de residencia concedió para menores de edad extranjeros no acompañados en 2011, con 750 autorizaciones, sólo por detrás de Italia, país que tramitó la mayoría de permisos de toda la Unión Europea, con 3.345 de un total de 4.406, según un informe presentado este viernes por la Comisión Europea.

Finlandia (152), Suecia (66), República Checa (61), Países Bajos (17), Hungría (10) y Portugal (5) fueron el resto de países comunitarios que tramitaron este tipo de permisos, mientras que el resto de Estados miembros no cuentan ningún caso.

Sin embargo, ni Italia ni España están entre los países europeos en los que más solicitudes de asilo presentaron menores de edad no acompañados, un trámite al que se acogieron 12.225 jóvenes en 2011en el conjunto de la Unión Europea, una cifra similar a la de 2009 (12.245) pero superior a la de 2010, cuando hubo una tendencia a la baja (10.845).

Suecia (2.655), Alemania (2.125) y Bélgica (2.040) recibieron la mayor parte de las peticiones de asilo de menores de edad no acompañados, mientras que España apenas recibió 10, según el informe de Bruselas.

La mayoría de estos niños huyeron de conflictos, abusos, condiciones difíciles o fueron enviados a la Unión Europea por sus familiares con la esperanza de encontrar un futuro mejor o de reunirse con otros familiares ya instalados, según ha explicado la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, quien en rueda de prensa ha señalado que los Estados miembros aún tienen trabajo que hacer para mejorar las condiciones de estos menores en los centros de acogida comunitarios.

La mayoría de los menores no acompañados que llegan a suelo comunitario y solicitan asilo proceden de Afganistán (5.655), Somalia (645) y Guinea (525), aunque también llegan de otros países como Rusia, Irak, Irán, República Democrática del Congo, Pakistán, Siria, Marruecos y Serbia, entre otros.

MEJORAS NECESARIAS

Malmström ha advertido en rueda de prensa de que la llegada de estos menores no acompañados no es un fenómeno "temporal" sino que se ha convertido en un problema permanente, por lo que ha pedido "mayores esfuerzos" a los gobiernos europeos para "mejorar los procedimientos para garantizar que estos niños son recibidos dignamente en las fronteras de Europa".

La comisaria ha apuntado "lagunas" en las medidas de acogida y ha alertado de que hay centros de acogida en Europa cuyas condiciones no son las adecuadas para menores, pero se ha mostrado optimista en la posibilidad de corregirlas en los dos próximos años.

Los Veintisiete están en plenas negociaciones para concluir un sistema europeo de protección de menores, en el marco del plan de acción al que se comprometieron en 2010, y la comisaria ha confiado en que haya un resultado "antes de que acabe el año o justo después" porque los contactos, aunque "difíciles", han permitido "progresos".

Con este programa, ha añadido, "de aquí a dos años (los menores) tendrán por fin la acogida que merecen".

La comisaria ha apostado por centrar los esfuerzos de la Unión Europea en la "prevención" de los flujos migratorios "poco seguros" y de las mafias de trata de seres humanos, así como en actuar para "estabilizar" los países de origen y evitar que las familias envíen a sus pequeños a Europa.

El plan de acción de 2010 ha permitido hasta ahora una mejor comunicación entre instituciones, autoridades nacionales y organizaciones intergubernamentales y ONG para intercambiar datos y buenas prácticas, al tiempo que ha ayudado al reconocimiento del problema y a la captación de fondos.

Sin embargo, sigue habiendo problemas que corregir como el hacer compatibles los sistemas de datos para hacerlos compatibles y facilitar el intercambio de información, por ejemplo, del número de menores desaparecidos de los centros de acogida, según señala el informe del Ejecutivo comunitario.

Intensificar los contactos y la colaboración con los países de origen de estos menores y priorizar la financiación de proyectos ideados para mejorar la situación de acogida, así como la conclusión de las negociaciones y posterior ratificación de nuevas normas de protección más exigentes dentro del régimen europeo son otros retos identificados por Bruselas.