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MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, han vuelto a coincidir en la Cámara Baja en la necesidad de alcanzar un pacto de Estado contra la violencia de género, coincidiendo con la celebración este 25 de noviembre del Día internacional contra esta lacra.
Ambas han unificado posturas durante la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Baja, donde la socialista cuestionaba a la 'número dos' del Gobierno sobre si el Ejecutivo considera que la violencia de género era una cuestión de Estado.
Precisamente, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, ha emplazado varias veces a la oposición a alcanzar un pacto de Estado para luchar contra la violencia machista, lo mismo que desde el PSOE lo han hecho varios miembros de su grupo parlamentario.
Por su parte, los socialistas han recriminado al Gobierno los recortes emprendidos por el Ejecutivo a estas partidas en los Presupuestos Generales del Estado, así como las medidas que se plantean con la reforma local, que previsiblemente va a suprimir las ayudas a este colectivo desde los ayuntamientos. Mientras, desde el PP critican al PSOE que en la anterior legislatura no incluyera a los menores en la protección contra la violencia de género, como así solicitaron en varias ocasiones desde la oposición.
EL GOBIERNO NO HA HECHO "NADA"
Así, la portavoz socialista del PSOE en el Congreso ha lamentado que, en dos años, el Ejecutivo "no ha hecho otra cosa" que recortar el presupuesto destinado a esta política hasta en un 30 por ciento desde el Gobierno central, así como en todos los presupuestos de las comunidades autónomas donde gobierna el PP, según ha asegurado.
"Le pido que lidere usted este pacto de Estado en la lucha contra la violencia de género porque es muy necesario, para que no permitamos que se reduzcan un solo euro de los presupuestos públicos para luchar contra la violencia de género", ha insistido la socialista.
Según Rodríguez, este pacto no debe retroceder en la prevención de la violencia, como a su juicio se ha hecho con la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC) por mandato del PP, y a su vez debe contemplar que en la reforma del Código Penal se elimine la necesidad de denuncia de la víctima en el delito de hostilidad y acosamiento "que sólo garantiza la impunidad del agresor", o que no se elimine ni un solo servicio dirigido a las víctimas en los ayuntamientos en la reforma local.
Al mismo tiempo, quiere un pacto que reúna a todas las comunidades autónomas para que en ninguna y desde ningún medio público de comunicación se pueda ilustrar un asesinato criminal de violencia de género con una picadora de carne, como ha sucedido en la televisión pública de Castilla-La Mancha, "con el silencio de todo el Gobierno".
UNA CUESTIÓN DE ESTADO
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno ha remarcado que para este Ejecutivo la violencia de género "sí es una cuestión de Estado" y "una prioridad social" porque cuando están riesgo la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres, "lo que fracasa es el conjunto de la democracia".
"Aquí no se distinguen edades, ni estratos sociales, no hay diferencia entre las víctimas y espero que no exista diferencia entre nosotros porque todos tenemos que trabajar para condenar esa violencia y para apoyar esas víctimas, todas las administraciones, gobiernos, partidos políticos, asociaciones, todos los medios y toda la sociedad desde la familia y la escuela", ha subrayado Sáenz de Santamaría.
Eso sí, le ha avisado de que, cuando se quiere un pacto de Estado, esa disposición debe mostrarse "todos los días" con las declaraciones y con las acciones, al mismo tiempo que le ha advertido de que va a utilizar la violencia de género para hacer confrontación no va a lograr el apoyo del PP. "A mí, ni hoy ni nunca me va a encontrar", ha precisado la vicepresidenta del Gobierno.
Con ello, le ha pedido su apoyo para sacar adelante leyes, "porque las leyes más fuertes hacen más fuertes a las mujeres y les dan fortaleza para denunciar", así como para que los matrimonios forzados sean un delito, como así plantea el Código Penal, para que el delito continuado sea más grave y se trabaje por la libertad vigilada de los agresores, para una justicia gratuita y para que se cuide de las mujeres en el Estatuto de las Víctimas.
'CÁSATE Y SÉ SUMISA'
Soraya Rodríguez quiere también un pacto para que no se puedan editar libros como el de 'Cásate y sé sumisa' que, en su opinión, lo que hacen es, atentar contra la dignidad de las mujeres, fomentar el sometimiento y acatamiento, "que es donde está el germen de la violencia".
La vicepresidenta, por su lado, ha mostrado su rechazo a esta publicación, cuya retirada también ha sido solicitada por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato. "A mi tampoco me gustan esos libros ni esas informaciones", ha aclarado Sáenz de Santamaría, a la vez que ha insistido en que lo que menos puede convencer a una mujer para denunciar y ser valiente es que el Gobierno y la oposición se tiren "los trastos a la cabeza". "Si quiere que trabajemos juntas podemos hacer un pacto de Estado pero desde la seriedad y la integridad ética", ha sentenciado.
En este contexto, Soraya Rodríguez ha reprochado a la vicepresidenta del Gobierno que, ni a ella ni al jefe del Ejecutivo, se les escucha que la violencia de género está entre sus prioridades políticas. "Les pido que lo hagan al máximo nivel y salgan de su silencio, que no sólo se puede abandonar cada 25 de noviembre (Día internacional contra la violencia de género)", ha recalcado.
Precisamente, con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, se aprobó en el Pleno una proposición no de ley por unanimidad que instaba al Gobierno a desarrollar un plan integral para combatir la violencia de género entre los jóvenes ante el repunte sufrido en últimos años.