MADRID 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La reforma sanitaria que el Ministerio de Sanidad aprobó en abril de 2012 dejó a los inmigrantes irregulares sin derecho a la tarjeta sanitaria del Sistema Nacional de Salud (SNS) y, aunque sí garantiza su acceso al tratamiento de enfermedades infecciosas como el VIH, estos pacientes siguen encontrando "dificultades" en algunas comunidades.
Así lo ha reconocido el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Santiago Moreno, durante un encuentro organizado por la compañía Gilead Sciences para analizar los últimos avances en terapias antirretrovirales.
Durante el mismo, este experto ha reconocido que el uso de estos tratamientos, que se dispensan en los hospitales de forma "universal y gratuita", no se ha visto "mermado" en los últimos años. "Incluso en esta época de recortes a muchos niveles, hemos tenido acceso a estos medicamentos sin problemas", según Moreno.
El único "problema", ha resaltado, fue el originado a raíz de la reforma sanitaria, más aún cuando el 30 por ciento de los nuevos contagios que se registran en España se da en población inmigrante.
"Aunque la mayoría tienen papeles y los podemos atender sin problemas, hay un subgrupo de pacientes, sobre todo africanos, que están afectados y no tienen acceso, y eso es un problema", ha recordado.
A pesar de que la reforma dejaba claro que estos pacientes, con independencia de su condición legal, podían recibir acceso a los tratamientos antirretrovirales para ésta u otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis, por una cuestión de salud pública, Moreno admite que "una cosa es la teoría y otra cuando se quiere tratarlos".
"Cuando les queremos dar tratamiento, nos encontramos con dificultades para que eso ocurra y cada vez que vienen a por la medicación se pueden encontrar con un problema añadido. No es como era antes, ahora deben dar una serie de pasos y no siempre es fácil de superar", ha lamentado.
El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona, José María Gatell, por su parte, reconoce que este problema es "variable" en función de las comunidades y, en su caso, "afortunadamente no hay ningún problema de acceso a los antirretrovirales".
EXIGEN CRITERIOS DE COSTE-EFECTIVIDAD
No obstante, ha admitido que en los últimos años sí se ha animado a los clínicos a usar estos fármacos con criterios de coste-eficacia. "Otra cosa es que te sugieran, indiquen o presionen para que los utilices de manera lo más coste-eficaz posible, algo que me parece lógico si los paga un sistema público de salud", ha añadido.
Sobre todo, añade, cuando el coste medio de los antirretrovirales es de entre 6.000 y 30.000 euros por paciente y año, en función del tratamiento que se requiera en cada caso.
En cualquier caso, ambos expertos no creen que estas trabas en el tratamiento de los inmigrantes irregulares supongan una "amenaza para el aumento de la incidencia del VIH en España", añade Moreno, quien pide poner el foco en "el problema de transmisión autóctono", sobre todo ante el aumento de contagios a edades cada vez más tempranas.
En este sentido, ha reconocido que un porcentaje elevado de los nuevos casos se dan en hombres jóvenes que mantienen relaciones con otros hombres que han "bajado la guardia" contra el virus, a causa de "una menor percepción del riesgo".