Actualizado 29/10/2009 14:49

Kenia realizará un censo de homosexuales, un delito castigado con la cárcel, para evitar la difusión del sida

MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Kenia va a realizar un censo para registrar a la población homosexual en un esfuerzo para aumentar la lucha contra la expansión del sida, a pesar de que la homosexualidad es un delito castigado por la ley en este país africano, lo que aumenta los temores por esta nueva medida.

El director del programa de prevención del sida en Kenia, Nicholas Muraguri, declaró a la BBC que es vital que el Gobierno pueda llegar hasta la comunidad homosexual, puesto que, aseguró, este sector de la población no tiene información sobre la enfermedad.

Mientras, los analistas aseguran que muchos homosexuales temerán revelar su tendencia sexual en un país donde la homosexualidad está castigada con penas de hasta 14 años de

cárcel. Aunque Muraguri reconoció que era poco probable conseguir un recuento exacto, aseguró que tener una idea más clara del número de personas homosexuales supondrá una gran ayuda para realizar intervenciones directas como la distribución de profilácticos.

Asimismo, explicó que este registro implicará que los homosexuales varones identifiquen, a su vez, a otros, y que haya responsables sanitarios realizando pruebas del sida y dando información sobre relaciones sexuales seguras. "Los kenianos no pueden permitirse decir que la comunidad homosexual está aislada en una esquina, forman parte de nuestras vidas", aseguró Muraguri.

"Este grupo debe tener información y servicios para que sepan cómo protegerse de la enfermedad y cómo evitar la infección", prosiguió. Los analistas indican que Kenia ha hecho cierto progreso en su lucha contra el sida, puesto que en la década de los noventa una de cada diez personas tenía este virus, un índice que ha descendido en la actualidad al seis por ciento.

El censo, que comenzará en junio del año que viene, será el primero de este tipo en África. Los kenianos se muestran divididos por su impacto, puesto que algunos residentes de Nairobi afirman que no creen que ayude a controlar la difusión del virus.