EUROPA PRESS
Autor: Roberto Martínez, director de la iniciativa EfR de la Fundación Másfamilia
Lo primero que nos gustaría precisar es que el mejor horario laboral que se puede adoptar es el que a cada uno de nosotros nos convenga, no hay otra.
Desde Másfamilia somos unos firmes defensores de la libertad individual (y también de la responsabilidad) y de la libertad de la empresa.
Dicha esta precisión, ¿qué medidas podría impulsar el Gobierno para mejorar nuestra conciliación de la vida personal, familiar y laboral? Son muchas, por ejemplo, aquellas relacionadas con generar un empleo de calidad, con la inversión pública en los permisos de parentalidad, con la inversión pública en la escolarización de 0 a 3 años, con la mejora de la fiscalidad para las familias, con la puesta en marcha de una ayuda universal por hijo a cargo hasta los 25 años, etc.
Pero muchas de ellas llevan aparejadas un incremento de la inversión pública y, con ello, del déficit público. No hay que ser muy ingenioso para pensar que su recorrido será lento, sino imposible.
¿Qué podría hacer el Gobierno de forma innovadora y con una inversión limitada que no impacte digamos más allá de un 0,1 % del PIB? Muy fácil. Trasladar parte del problema y de la solución a la iniciativa privada y, más concretamente, a la empresa.
¿La empresa puede asumir parte de este rol "público" a través de sus políticas de RSE? Si, de hecho ya lo están haciendo algunas. Son muy pocas todavía a través de la certificación EfR. El certificado EfR alcanza en España a tan sólo 500 empresas y a 700 en todo el mundo.
¿Y que podría hacerse para incrementar significativamente el número de empresas que apuesten decididamente por la conciliación? Muy fácil: Apoyarles.
¿Y cómo podría ayudarles sin que suponga una inversión importante el conjunto del Estado?
1. Tratamiento preferente en la compra pública del conjunto del Estado a través del fomento de la conciliación en las cláusulas sociales.
2. Tratamiento fiscal "positivo" en Impuestos de Sociedades de forma que no impacte en la recaudación final del impuesto.
3. Bonificación en cuotas de Seguridad Social de sus trabajadores.
Con estas medidas se podría dar alcance a estos miles o decenas de miles de empresas (obviamente no a todas) que asumirían desde la iniciativa privada la solución al problema de la falta de conciliación, obteniendo a cambio algunos "privilegios" del Estado (0,1 % PIB por ejemplo), y una serie de beneficios socio-laborales por el hecho de hacerlo como empleados más comprometidos o una mayor compra o inversión socialmente responsable.
Estoy convencido de que es ese y no otro el camino.
Conciliar es otorgar grados de libertad a la persona, no es imponer un modelo laboral, ni de familia, ni de vida.