MURCIA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos de Cañada Hermosa (Murcia) evitó el año pasado la emisión de 74.154 toneladas de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera; cifra que asciende a 212.705 toneladas de CO2 durante los tres últimos años.
Y es que, el Ayuntamiento de Murcia y Cespa --empresa concesionaria del servicio-- han dotado a la planta de Cañada Hermosa con la última tecnología para la captación y el aprovechamiento energético de las emisiones que producen los residuos durante su degradación.
De este modo, el biogás que generan los deshechos se capta para evitar su emisión a la atmósfera y se aprovecha para generar energía eléctrica, según informó Cespa en un comunicado.
En concreto, durante 2008 la planta murciana convirtió el biogás de los residuos en 17.335.385 Kwh de electricidad; y el 30 por ciento de esta electricidad se revirtió en el auto-abastecimiento de la planta; mientras que el resto se empleó en la red de suministro eléctrico de la ciudad. Esta cantidad es suficiente para mantener el consumo anual de 40.000 farolas en Murcia.
La conversión en energía del biogás no es la única técnica con la que Cespa evita la emisión de gases perjudiciales a la atmósfera, ya que el uso de energía generada a partir de los residuos, en lugar de fuentes de energía no renovables, y el reciclado de papel y cartón, envases ligeros y vidrios limitan la factura energética y de materias primas y reducen la emisión de CO2.
Esta recuperación energética y material de los residuos es posible gracias a la colaboración ciudadana. Para realizar este trabajo es fundamental la labor de segregación de residuos que realizan los murcianos al utilizar los contenedores selectivos para cartón y papel, vidrio y envases ligeros.
Por eso, el Ayuntamiento de Murcia y Cespa colaboran en campañas de sensibilización, como la edición del Boletín 'Murcia Recicla', que promueven la importancia del reciclaje y la recogida selectiva de residuos para garantizar el respeto al medio ambiente.