TORREMOLINOS (MÁLAGA), 15 (EUROPA PRESS)
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, ha asegurado este miércoles que "una de las consecuencias del uso de las nuevas tecnologías en la sanidad es la generación de una ingente cantidad de información, que tenemos la responsabilidad de utilizar, con las máximas garantías, en beneficio de una mejor salud y una mejor atención sanitaria para nuestra población".
Así lo ha señalado durante la inauguración de las XXIII Jornadas Nacionales de Informática Sanitaria en Andalucía, donde también ha destacado que el sistema sanitario público andaluz cuenta con más de ocho millones de historias clínicas electrónicas en activo con sus correspondientes registros "como una potente fuente para el big data".
Alonso ha puesto en valor de este modo el programa Diraya, el sistema informático que se utiliza en el sistema sanitario público de Andalucía como soporte de la historia clínica electrónica, que "se ha configurado en uno de los mayores conjuntos de datos sistematizados sobre salud del mundo".
Además, ha agregado que "en Andalucía, la apuesta pública por Diraya y sus desarrollos de interoperabilidad han contribuido, sin duda, a mejorar la atención sanitaria" y, además, "han influido de manera muy importante en el desarrollo del tejido empresarial andaluz y la generación de empleo".
Actualmente, Diraya implica al 100 por ciento de los hospitales, los centros de atención primaria, los equipos de emergencias y las farmacias andaluzas.
Entre los retos actuales que ha señalado Alonso se encuentra sacar el máximo partido a la integración de Diraya en el proyecto de Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud (Hcdsns).
Una integración que se ha completado con éxito y con la que todos los profesionales del sistema podrán acceder a una información seleccionada de la historia clínica de los pacientes, utilizando la tarjeta sanitaria como llave.
El titular andaluz de Salud ha recordado también en este encuentro que en Andalucía los propios pacientes pueden acceder a esta información, a través de ClicSalud, y que existe una Base de Datos Poblacional, con información de atención primaria y hospitalaria desde 2005, "todo un privilegio en el mundo de los sistemas de explotación, que se comenzó a trabajar en 2014 y que hoy es una realidad".
Además, ha incidido en que la sanidad pública andaluza destina "importantes recursos y esfuerzos a generar conocimiento y mejoras a partir de los datos que se registran en cada acto sanitario".
RETOS
Por otro lado, como retos de futuro, Alonso ha señalado el impulso a la medicina personalizada, "a partir de las nuevas posibilidades diagnósticas y terapéuticas que nos proporciona el conocimiento del genoma humano, que requieren enormes capacidades de proceso y técnicas diferentes de análisis que ahora sí podemos asumir"; de la inteligencia aplicada a la toma de decisiones clínicas, partiendo de un uso dinámico de la información registrada en la historia clínica, o la generación de herramientas predictivas para la planificación.
"El nuevo enfoque que nos plantea el big data permitirá grandes avances pero también nos sitúa en importantes dilemas, relacionados con el intercambio de información", ha apuntado el consejero.
En este sentido, ha agregado que "tenemos un posicionamiento claro, en cuanto a que la información debe ponerse a disposición de la investigación y el conocimiento, bajo algunas premisas: no puede considerarse un negocio, los datos siempre deben estar dentro del sistema, el nivel de desagregación no debe llegar a nivel de paciente y hay que garantizar la securización y anonimización".
Este nuevo horizonte, a juicio de Alonso, abre "muchas posibilidades de colaboración", en las que el reto de las empresas "debe ser proponer proyectos que incorporen información externa al sistema que, debidamente procesada, puedan aportar valor e interés al conjunto, desde información medioambiental, escucha en redes sociales, o multitud de información disponible en bases de datos abiertas".
Por último, el consejero de Salud ha agradecido el modelo de colaboración público-privado que existe en Andalucía, "un modelo de colaboración entre el mundo sanitario, el académico y el empresarial que ha contribuido a reforzar el valor de lo público y la incorporación universal y equitativa de los avances".