La AVP se solidariza con la delegada de Antena 3 Marisa Guerrero ante el juicio contra quienes atentaron contra ella

BILBAO 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Vasca de Periodistas-Euskal Kazetarien Elkartea (AVP-EKE) ha mostrado su apoyo y solidaridad a la periodista Marisa Guerrero, quien desde su creación y hasta hace un mes ejerció como delegada de Antena 3 Televisión en el País Vasco. La periodista vasca sufrió en enero de 2002 un atentado de ETA y este viernes se celebra el juicio oral contra sus supuestos autores en la Audiencia Nacional.

El intento de asesinato de Marisa Guerrero, los atentados que costaron la vida a periodistas como José María Portell (1978), José Luis López de la Calle (2000) y Santiago Oleaga (2001), y cuantos causaron heridos o fueron fallidos, unidos a los innumerables periodistas amenazados por ETA, constituyen, según la AVP, "no sólo un ataque directo a los derechos humanos, sino también a la libertad de prensa, una de las bases sobre las que se sustenta la democracia".

En ese sentido, la Asociación Vasca de Periodistas ha querido rendir un homenaje a todos estos profesionales y "a cuantos han ejercicio valientemente su labor, a pesar de la amenaza terrorista".

En este contexto se inscribe la creación, en 2008, del Premio José María Portell a la Libertad de Expresión que, con periodicidad bienal, otorga esta asociación. En su primera edición, el jurado se lo concedió a la periodista rusa Elena Tregubova y en 2010 al norteamericano Terry Gould.

Este lunes pasado, la AVP-EKE proyectó en Bilbao el estreno del documental 'Shooting vs shooting. Muriendo por la verdad'. En él, el realizador griego Nikos Megrelis, que participó en un coloquio con los asistentes, denuncia la impunidad de los asesinatos de periodistas en las guerras.

La APV-EKE confía en que la nueva etapa que se abre a raíz del anuncio de ETA del cese definitivo del terrorismo sirva para "consolidar la paz tan ansiada por todos en el País Vasco". También ha expresado su deseo de que, en este nuevo tiempo, los profesionales de los medios de comunicación puedan ejercer "libremente, sin presiones, ni amenazas, su función de informadores para garantizar el derecho a la información de la ciudadanía".