SAN SEBASTIÁN 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, y la Corporación Municipal harán entrega este sábado a la familia de Jesús García Ripalda de la Medalla de Oro de la Ciudad. La madre y la familia de García Ripalda recibirán la más alta distinción de la ciudad en memoria de quien falleció el 31 de agosto de 1975 como consecuencia de las heridas sufridas por disparos policiales en el transcurso de una manifestación convocada "en ejercicio de la libertad en protesta por los juicios de Txiki y Otaegi".
Según ha destacado en un comunicado, el Consistorio donostiarra procede de esta manera con el deber de reparación moral que contempla la Ley de 26 de diciembre de 2007, mediante la cual "la democracia española honra a quienes injustamente padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura".
El Pleno del Ayuntamiento ya otorgó en el año 2003 la Medalla de Oro de la Ciudad "al conjunto de víctimas del terrorismo y la violencia, en su memoria y como muestra de solidaridad y reconocimiento" y acordó también "decidir en los marcos adecuados los actos públicos y gestos de apoyo institucionales a realizar en la ciudad, para que sean, además de un recuerdo a las víctimas, una reflexión conjunta para alcanzar la paz y la convivencia en libertad".
Ahora, la familia de García Ripalda recibirá la distinción tras acreditarse desde el Ministerio de Justicia que el fallecido, miembro de EMK, padeció persecución y violencia por razones políticas e ideológicas, falleciendo en 1975, a los 23 años, cuando el sargento de la Polícia Armada, 'Listón', le disparó por portar una pancarta en apoyo a Txiki y Otaegi, posteriormente fusilados en septiembre de 1975, dos meses antes de la muerte de Franco.
Elorza ha señalado que "cada una de las personas asesinadas, así como todos los afectados por la violencia, merecen el recuerdo y la solidaridad activa de la ciudadanía y las instituciones", en los mismos términos que recogía el acuerdo de la moción de Eudel aprobada por el Ayuntamiento el día 28 de mayo de 2002.
"De ahí que queramos expresar nuestro cariño a las víctimas y reiterar la exigencia de la inmensa mayoría del pueblo donostiarra de que se respete la vida y los demás derechos humanos", ha asegurado el primer edil, para añadir que "por ello estamos obligados a recuperar la memoria y a cumplir con el compromiso con la paz y la libertad, mostrando nuestra más sentida solidaridad con las víctimas".