SAN SEBASTIAN 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Colegio de Enfermería de Gipuzkoa COEGI exigió hoy, en el marco de una conferencia en torno al 'mobbing' (acoso laboral) en la enfermería, la implantación de protocolos 'anti-mobbing' en todos los centros sanitarios, tanto guipuzcoanos como vascos, así como una "mayor implicación por parte de los servicios de prevención de riesgos laborales".
En un comunicado, el COEGI explicó que esta petición se llevó a cabo en la jornada que ofreció hoy en San Sebastián y en la cual el psicólogo, experto en 'mobbing' y director de los Estudios Cisneros y Premio Everis 2008 de Ensayo Empresarial, Iñaki Piñuel, abordó esta cuestión que "va en aumento aunque pasa desapercibida". En esta sesión se dieron cita más de 200 enfermeras guipuzcoanas.
El COEGI destacó que más de los profesionales enfermeros "son acosados", mientras que la media de acoso laboral se encuentra "en el 9 por ciento". "La Sanidad es el tercer sector con mayor índice de acoso laboral", subrayó.
Además, apuntó que según la experiencia de implantación de protocolos 'anti-mobbing' en las organizaciones se ha logrado reducir el índice de acoso laboral al cero por ciento.
Por su parte, Piñuel afirmó que "los enfermeros sufren uno de los niveles de acoso más elevados" y recordó que el objetivo del acosador es "intimidar, reducir, amedrentar y consumir, emocional e intelectualmente a la víctima", con vistas a "eliminarla de la organización o a satisfacer la necesidad insaciable de agredir, controlar y destruir".
El experto advirtió que en ocasiones la víctima "no es consciente de la situación" y ello lleva a que se produzca "un fenómeno de trivialización y banalización de la violencia". Para hacer frente a esta situación reivindicó la "prevención como mejor forma de reducir los altos índices de acoso".
A su juicio, con la implantación de protocolos 'anti-mobbing' el índice de acoso laboral "se reduciría al cero por ciento", puesto que los mismos permitirían establecer "una evaluación periódica de los trabajadores, especialmente la monitorización de los que se señalan como víctimas de un maltrato psicológico continuado y frecuente".
Piñuel aclaró que "no se trata tanto de castigar a los que acosan", sino de "mostrar y manifestar que en esa organización no se tolerará ninguna forma de maltrato psicológico".