BILBAO 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un policía municipal de Bilbao ha sido condenado a un año de prisión por un delito de lesiones, al pago de 4.270 euros y de las costas procesales por golpear con la porra, sin previo aviso, a dos personas, que estaban ebrias y se encontraban discutiendo en la calle y dándose empujones.
La sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia considera probado que el 24 de mayo de 2015, sobre las 6.40 horas, dos amigos volvían a su domicilio después de asistir a una cena del equipo deportivo al que pertenecían y de haber estado en establecimientos nocturnos durante la noche.
Al cruzar la calle Alameda Mazarredo, en su confluencia con la Plaza Jardines de Albia, intercambiaron unas palabras con otras dos personas, que también habían pasado la noche de fiesta. Éstos les hablaron en euskera, a lo que uno de ellos les contestó que hablaran "a su madre".
Los cuatro se enzarzaron en una discusión y comenzaron a darse empujones, hasta que llegó un vehículo de la Policía Municipal de Bilbao sin distintivos, que iba conducido por el agente ahora condenado. Una agente, que iba vestida de paisano, les pidió a los que estaban discutiendo que subieran a la acera porque estaban en medio de la carretera, y así lo hicieron.
Sin embargo, continuaron dándose empujones, aunque no llegaron a propinarse puñetazos. Entonces, el agente que conducía el coche de la Policía Municipal, "sin aviso previo", sacó el bastón extensible que portaba y golpeó con él en la frente a uno de ellos, y lanzó algunos golpes más que impactaron en otro. Ambos cayeron al suelo, levantándose a continuación y recriminando al acusado su actuación.
A consecuencia de la agresión, uno de ellos sufrió lesiones consistentes en una herida inciso contusa en la frente, que precisó tratamiento médico quirúrgico consistente en sutura, y tardó nueve días en curar. No quedó impedido, aunque sí le quedó cicatriz en forma de L invertida, de tres y un centímetro de rama.
El otro herido, por su parte, sufrió lesiones en la nariz y necesitó una primera asistencia facultativa. Tardó en curar cinco días. El primero de ellos realizó reclamación, pero no el segundo. El Tribunal ha declarado la responsabilidad subsidiaria del Ayuntamiento de Bilbao.