Un discapacitado físico denuncia que no disponer de ascensor

minusválido lleva cinco años encerrado
ep
Actualizado: viernes, 5 febrero 2010 15:37

BERMEO (VIZCAYA), 05 (EUROPA PRESS TELEVISIÓN)

Un joven minusválido lleva cinco años encerrado en su piso de Bermeo (Vizcaya) al no disponer de ascensor en su casa. El joven, marinero de profesión y compañero de los tripulantes del famoso Alakrana, reclama a las instituciones que le cambien la vivienda por otra adaptada, solicitud que hasta ahora le ha sido denegada.

Como ejemplo de su escasa movilidad, recuerda que el juez tuvo que desplazarse hasta su vivienda y casarles "en la cocina" tras acreditar que no podía desplazarse a los juzgados a formalizar su boda y que, ni el edificio judicial, ni el ayuntamiento de la localidad "estaban adaptados".

En declaraciones a Europa Press Televisión, Josu Iñaki Velasco resaltó que se encuentra postrado en la cama durante todo el día y que necesita "ayuda" para incorporarse de la misma. "Estoy encarcelado, un cuarto piso, con estas escaleras... dos personas me tienen que subir y bajar en una silla a pulso cuando tengo que subir o bajar a un médico o algo", reivindicó.

Velasco se encontraba embarcado en el atunero "Ela Alai" cuando sufrió un accidente laboral del que le ha quedado una lesión lumbar, que le impide caminar y que lleva añadido "dolores espantosos y latigazos".

En su día, la Seguridad Social le otorgó la incapacidad total, por lo que solicitó el certificado de minusvalía para acceder a una vivienda adaptada. Y es ahí donde se agravan sus problemas, ya que le dijeron que no cumple los baremos.

"Necesito ayuda para incorporarme, para levantarme. De hecho la silla de ruedas que me ha prescrito Osakidetza (el Servicio Vasco de Salud) tiene el respaldo abatible, porque no puedo estar ni sentado. Necesito una persona 24 horas conmigo porque no soy capaz de vestirme, ni de asearme, ni de ir al baño solo; necesito que haya alguien constantemente ayudándome", aseguró.

Velasco dijo que es su mujer Ainhoa quien le atiende todo el día tras serle concedida la Ley de Dependencia. Por ello, y aunque no quiere "cargar" contra nadie, dijo no comprender por qué tiene concedida esta ayuda y, por contra, le deniegan el cambio de la vivienda -"que es de mi propiedad"- por otra adaptada.

"ENCERRADOS EN 47 METROS"

Su mujer Ainhoa Ispizua fue contundente y lamentó que ella y su marido estén "encerrados" en su domicilio todo el día "dándole vueltas todo el rato a lo mismo". "Que si estamos encerrados, que la discapacidad que tiene, que encima no se la reconocen...como si no fuera lo suficientemente grave estar discapacitado para que encima no te la reconozcan. Estar encerrados en 47 metros cuadrados sin poder salir a la calle es muy duro. Vamos para cinco años y no tenemos expectativas", aseveró.

Según resaltó, lo que están pidiendo no es que se les regale "nada", sino que lo que piden es que su piso se lo cambien "por otro adaptado". "Y si hay que pagar, se paga", enfatizó. "No estamos pidiendo que nos lo regalen, lo único que reivindicamos es un poquito de libertad, y poder vivir una vida digna. No hemos cometido ningún delito para estar encerrados en esta casa, y estamos cumpliendo una condena que va ya para cinco años. No es justo ni legal estar aquí encerrados 'como perros', abandonados por la Ley, por la Justicia y por todos", sentenció.

Ainhoa quiso dejar claro que la vivienda en la que residen no se puede poner un ascensor ya que "no hay sitio". "Son casi setenta escaleras y no puede subir ni un peldaño. Cada vez que tenemos que ir al médico viene una ambulancia con dos personas que le suben y le bajan en una silla plegable", declaró.

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