Elkartzen pide que las partidas para grandes infraestructuras, como el TAV, vayan dirigidas al gasto social

Actualizado: viernes, 28 agosto 2009 19:28

BILBAO, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -

La plataforma contra la exclusión social 'Elkartzen' manifestó hoy que el endeudamiento no va a garantizar los derechos sociales de la población, a menos que esas partidas vayan dirigidas a cubrir esos derechos, por lo que exigió que no se destinen partidas presupuestarias a grandes infraestructuras con "nula utilidad social", como es el caso del Tren de Alta Velocidad. "Es decir, que el dinero del TAV y otras infraestructuras innecesarias, sea para gasto social", indicó.

En un comunicado, Elkartzen pidió que los presupuestos para el año 2010 sean "transparentes" y permitan e impulsen la participación de la población. "Esa participación es la mejor garantía para que se prioricen los derechos sociales -vivienda, ingresos dignos por encima del umbral de la pobreza (1.080 euros mensuales), sanidad, educación, servicios sociales- de la población", indicó.

En este sentido, argumentó que con los 700 millones de euros en los próximos presupuestos destinados al Tren de Alta Velocidad, se pueden rehabilitar decenas de miles de viviendas vacías y destinarlas al alquiler social, o garantizar durante el próximo año ingresos por encima del umbral de la pobreza (1.080 euros mensuales) a una gran cantidad de personas jubiladas y pensionistas, a quienes no perciben prestaciones por desempleo o reciben la renta básica.

Con esa cantidad, a su juicio, también se puede garantizar la totalidad de plazas de escuelas infantiles, o de residencias; pagar la universidad de 70.000 personas; y mejorar la sanidad y la educación y los servicios sociales.

Asimismo, reclamó que "si con la racionalización del gasto -dinero para necesidades sociales y no para gastos ostentosos e innecesarios- no es suficiente para garantizar esos derechos sociales y si es necesario contraer deuda pública, la totalidad de esa deuda vaya dirigida a esas necesidades sociales".

Con el objetivo de optimizar los recursos existentes y de dar pasos en la dirección de un reparto justo de la riqueza, instó a que se persiga el fraude fiscal, se impida la evasión de impuestos a través de toda la ingeniería fiscal y se impulse una presión fiscal en función de las rentas y los beneficios, "es decir, que quien más tenga más aporte al bote común".